DAZ vuelve a alertar sobre el “grave problema” de ruidos y vandalismo que sufre el Casco Viejo de Durango

Durangoko Alde Zaharra (DAZ) siente que el Ayuntamiento de Durango “mira hacia otro lado descaradamente” ante los “graves problemas” de ruidos y vandalismo que sufren las familias que residen en el casco histórico de la localidad. Es por ello que ha dado un paso adelante y ha solicitado a todos los partidos que se van a presentar a las elecciones municipales de mayo “que se mojen” ante su situación.

La fórmula que la asociación vecinal ha elegido en esta ocasión para tratar de implicar a los grupos políticos en sus reivindicaciones es lanzarles una pregunta pública que piden que se les responda por escrito y que forme parte de sus programas electorales. “Más allá de las buenas palabras (escuchadas en repetidas ocasiones), en el supuesto de que este, su partido político, se integre en el Gobierno municipal, ¿qué acciones concretas acometería su partido o coalición para garantizar el debido orden público y el derecho al descanso de la ciudadanía?”,

Los representantes de DAZ plantean esta cuestión porque consideran que el actual modelo de ocio afecta “de manera severa a la convivencia y el orden público”. Entre otras razones, porque impacta sobre la salud de los residentes, impide el descanso nocturno, afecta al mobiliario urbano y a la limpieza, e incide cada vez más en “la seguridad de las personas”.

Acciones violentas descontroladas

Al hilo de esta última afirmación aseguran que las “acciones violentas asociadas al ocio nocturno están a punto de cruzar la línea roja y descontrolarse” y que falta “voluntad política” para aplicar “los instrumentos legales” que ya existen para hacerles frente.

“Las ordenanzas municipales y los decretos están para que se hagan cumplir, pero es un problema al que no quieren meterle mano”, destaca José Mari Arrillaga. De hecho, ante la ampliación del horario de cierre para la hostelería con motivo de los Carnavales, el presidente de DAZ muestra su preocupación. “Ya sabemos lo que pasó el año pasado en estas fechas”, apostilla.

“Nos sentimos abandonados”

Sobre la relación que mantienen con los actuales grupos políticos, Arrillaga es contundente: “Estamos hartos de promesas incumplidas. Nos dan mucho jabón, nos dicen que tenemos toda la razón, pero la realidad es que a lo largo de toda la legislatura no se han preocupado de nosotros para nada. Y no pueden excusarse todo el rato detrás de la pandemia. Nos sentimos abandonados”.

El portavoz de Durangoko Alde Zaharra también hace mención a problemas que todavía están sin solucionarse como el de los ruidos, el suelo resbaladizo o la falta de aparcamiento que se agudizó con la Zona de Bajas Emisiones. A su entender, no se entiende que “repitan tantas veces que el Casco Viejo de Durango es una joya pero no inviertan un euro en él ni tengan en cuenta nuestras necesidades”.

Por último, desde DAZ advierten que su lucha no va a cesar hasta que la situación se reconduzca. En ese camino van a contar con el apoyo de 7 Ordu Lo (7 horas de sueño), una plataforma que agrupa a asociaciones vecinales afectadas por el ocio nocturno.