“Con la reapertura hemos conseguido atraer nuevos clientes
al mercado de baserritarras”

El mercado de baserritarras de Durango volverá a ofrecer mañana, sábado, los mejores productos de las huertas de la comarca, tras la excelente acogida que tuvo el que la pasada semana sirvió para poner el punto final al cierre ordenado por el Gobierno Vasco y acatado por los responsables municipales de la villa.

La cita, que supuso la recuperación de ‘la plaza’, reunió  “a bastante gente” e incluso los titulares de algunos puestos lograron captar nuevos clientes porque “se acercaron personas que normalmente no vienen al mercado”, se congratula Urdaspal Alberdi.

Él fue uno de los baserritarras que volvía para poner sus productos a la venta y para comprobar con satisfacción la llegada de ‘caras nuevas’. Además, consiguió dar salida a todo el género con el que se presentó en la Plaza del Mercado, al igual que gran parte de quienes ocuparon los diferentes puestos.

La reapertura de la tradicional ‘plaza’ de los sábados en Durango y de las que también se celebran en otras localidades, era una medida que habían solicitado más de 60 organizaciones, agrupaciones y sindicatos, entre ellas la asociación de agricultores ecológicos de Durangaldea ‘Soloko’ de la que Alberdi es miembro.

Mercados y ferias

Tras mostrar su satisfacción por la reapertura de ese tipo de servicios, apunta que la decisión adoptada por el ejecutivo autonómico para cancelar los mercados de baserritarras se debe “a que en la orden mezclaron mercados como el de Durango con ferias como la de San Blas, que no tienen nada que ver. En nuestros mercados no hay aglomeraciones como puede suceder en esas grandes ferias”.

Además, resultaba poco comprensible que otros establecimientos que venden productos de alimentación permaneciesen abiertos mientras que se prohibían este tipo de servicios “que deberían haberse mantenido. En nuestro caso veíamos que era posible asegurar las medidas de higiene y seguridad que se exigían a otros puntos de venta”, señala Alberdi.

Aunque los perjuicios provocados por el cierre han sido importantes, Alberdi extrae una conclusión positiva de la situación generada por el coronavirus y por las cuatro semanas de cierre de los mercados. “Ha permitido que todos reflexionemos” sobre las consecuencias que puede tener una epidemia como la actual y sobre las decisiones que se adoptan al respecto.

Autocrítica

Cree también que los consumidores han realizado una profunda autocrítica sobre sus hábitos de consumo y del modo en el que realizan sus compras. Como ejemplo de ello señala que “desde los pequeños comercios nos aseguran que durante estos días han incrementado sus ventas”, lo que atribuye a “que se ha incrementado la confianza hacia los productos que ofrecen”.

En ese sentido destaca también que las medidas de higiene, distanciamiento y seguridad impuestas tanto para los baserritarras como para los clientes son “necesarias”, aunque en la última que se desarrolló antes de su clausura, “quienes se acercaron ya mantenían la distancia entre ellos y evitaron los ‘corrillos’ habituales” que se producían en el pasado.

Las nuevas medidas han supuesto una reducción en el número de puestos, que ha tenido como consecuencia “que lo revendedores no tengan cabida”, y aunque se hayan producido algunas colas de clientes lo cierto es que “la distancia entre unas personas y otras era grande y la espera tampoco resultaba excesiva”.

Pero la situación provocada por el Covid-19 no está afectando por igual a todos los baserritarras y quienes más lo están padeciendo son aquellos que abastecen con sus productos a restaurantes, centros escolares y otros grandes compradores. A pesar de ello Alberdi sostiene que “es necesario contar con un mayor número de baserritarras para satisfacer toda la demanda que existe”.

Aunque estos días son casi más propicios para la siembra que para la recolección, Alberdi apunta que “ahora mismo no es el peor momento de la primavera” y confía en colocar en el puesto que ocupará el sábado un buen surtido de verduras, como ajos frescos, guisantes, habas, acelgas, lechugas, espinacas, además de pan y huevos.