“Colón fue un personaje perseverante. A día de hoy lo compararía con Azkuna”

¿Y si hubieran sido unos intrépidos bilbaínos quienes descubrieron América a causa de una apuesta en una taberna? Con esta premisa parte ‘Bilbao, 1492 ¡No hay huevos!’, la nueva “gamberrada” de Luis Bañeres (Durango, 1965). Este maestro del humor propone en su segundo libro una particular visión histórica de ‘El Descubrimiento’, salpicada de sátira e intriga.

– Te aventuraste en la literatura con ‘Cuando el diablo está aburrido’ hace tres años. Tu segundo libro llega con otro título sugerente.
– Tiene su explicación. Es la presentación, el origen y lo que desencadena el relato.

– La trama no es para menos. Cristóbal Colón prepara su histórico viaje en 1492…
– Ese mismo año se está configurando Bilbao en una Europa revuelta con las nuevas teorías sobre la Tierra que rebaten las tesis oficiales y más conservadoras que hablan de que es plana. En ese contexto planteo dos historias: una, donde unos bilbaínos en una taberna empiezan el viaje por una apuesta, y otra segunda donde Colón, alertado de las intenciones, tiene que sabotear el viaje para no privarse de la gloria que busca.

– Una apuesta en Bilbao. Muy típico del carácter vasco.
– Sí, así es. Y la expresión ‘a que no hay huevos’ resume muy bien ese carácter. Es el mismo tipo de humor que en mi primer libro, pero en este caso la diferencia es que tiene una base histórica.

– Parece que está de moda caricaturizarnos. Buena prueba es el éxito de la película ‘Ocho apellidos vascos’.
– Cuando la risa se produce ante un espejo es muy sana. El libro concluyó a finales del año pasado y la película se ha estrenado hace poco. Me gustó la coincidencia y también la película. Los vascos nos reímos de nosotros mismos.

El honor de ganar una apuesta

– ¿Tiene ‘El Descubrimiento’ de su libro el final que nos han contado?
– Evidentemente no. Lo cierto es que tiene un final inesperado.

– Te van las conspiraciones, sin duda.
– Lo que ocurre es que el humor vende, entretiene y si lo mezclas con intriga, engancha. En el libro se solapan dos historias que enganchan.

– ¿Un barco de vascos podría haber cambiado la historia?
– Evidentemente. Imagínate. Es lo que se plasma en la novela. A los bilbaínos no les interesa lo que hay allí, ni el oro ni nada, sino el honor de ganar una apuesta. Es parte de nuestro carácter.

– ¿Este libro también se ha cocinado mientras esperas en aeropuertos?
– El libro ha nacido entre noches de hotel, aeropuertos, fines de semana… El primero fue más por desconectar de la rutina. Este tiene también un humor exagerado, gamberro y blanco, pero se diferencia del anterior en el rigor histórico. Hay una parte de ficción pero también histórica. Me ha costado más documentarme con los barcos, viajes y la época histórica.

– ¿Cómo surge esta nueva gamberrada?
– La idea surgió porque voy mucho a Huelva. Los onubenses son los más vascos de los andaluces. Hay muchas similitudes: el equipo de fútbol veterano, el carácter, el mar y la gastronomía. Además en la expedición de Colón había varios vascos. El libro es un homenaje a las dos culturas.

Los vikingos

– Te has abonado al humor. ¿Te sientes cómodo en este género?
– Leer es desconectar, evadirte y disfrutar. Normalmente mientras lees los problemas son de otros. Si eres capaz de entretener y eres capaz de hacer reír, la satisfacción es mayor. Hay poca literatura de este estilo, pero la gente lo que quiere es reírse. Es una gamberrada.

– ¿Y dar vida a unos personajes caricaturizados es complicado?
– Dar vida a los personajes no es complicado. Lo complicado, en este caso, ha sido documentarse. Cuando estoy escribiendo y me voy a la cama, me da la sensación de que los personajes me están esperando. La única licencia que me he permitido ha sido la de incluir en la historia a los vikingos, que siempre me han apasionado. Los he sacado de contexto.

– En el anterior criticabas a los grandes estamentos y los valores de la sociedad. Contigo no se libra nadie.
– Este libro está basado en las miserias y en la ambición, tal y como fue el viaje de Colón. Hace un viaje arriesgado en el que confluyen muchas circunstancias para que se produzca.

– ¿Con qué se podría comparar el viaje?
– Ufff. Con un viaje al espacio en el que no esté asegurada la vuelta, por ejemplo.

– Si pudieses elegir, ¿en cuál de los dos barcos te hubieses embarcado?
– Hombre, en el de los bilbaínos, por el ambiente. De todo lo que meten en el barco no pueden ni arrancar, imagínate. El viaje es mucho más ameno que el de Colón, que fue un trayecto lleno de penurias, motines y engaños. Todo lo que ocurre a bordo es un drama.

Iñaki Azkuna

– ¿Cómo te has retrotraído al siglo XV?
– Documentándome mucho. La historia del Descubrimiento, la de Bilbao, las intrigas políticas de la época, los piratas, el arte de la navegación… Requiere mucho tiempo y consultar muchas fuentes. He visitado museos marítimos y colombinos, y también carabelas en Palos de la Frontera.

– El personaje de Colón parece que te ha impactado.
– Es un viaje increíble y hay que tener mucha vocación. Es más arriesgado que ir a Marte. Colón es un ejemplo de perseverancia total. Además es un ser muy misterioso, oscuro, pero fue un hombre que creyó en su proyecto hasta las últimas consecuencias.

– ¿Con quién lo compararías a día de hoy?
– No hay un personaje igual. Es único. Pero Tal vez con Iñaki Azkuna.

– El mismísimo Diablo, Colón… ¿Quién será el protagonista de tu próximo libro?
– Un extraterrestre que viene a Bilbao. Espero que esté para Navidad. Además podría haber una segunda parte de ‘Bilbao 1492’, ya que es un libro abierto y da lugar a ello.

– Tu profesión es la de Ingeniero Técnico Industrial. ¿No se puede vivir de la literatura?
– Vivir de esto es complicado, pero me lo paso muy bien. Hoy en día hay muchísimos escritores, pero que lo hagan en este estilo de humor, hay pocos.