“La violencia hacia las mujeres es tan común que la veíamos como parte de la vida”

‘Vidas silenciadas’ es el título del diagnóstico que Bategiñez presentará el viernes en el elkartegi de Durango sobre las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres en Pochuta. Sus autoras y dos voluntarias guatemaltecas darán voz a los 80 testimonios recogidos.

Lidia Corona y Paula Pichillá son dos integrantes de Apsadec, la asociación aliada de Bateginez en Pochuta (Guatemala). Ambas han viajado a Durango para narrar sus experiencias de vida. Hablan en primera persona. Desde el dolor. “Todas las mujeres hemos sufrido violencia de alguna manera. La vimos en nuestros hogares y también con las parejas”.

Hasta hace no demasiado tiempo estaban resignadas. Una cultura eminentemente machista les había hecho interiorizar que los malos tratos, las violaciones y las humillaciones eran parte de su vida. De la de las mujeres. “Son comportamientos tan comunes que lo veíamos así”, reconocen.

Pero han empezado a abrir los ojos. Se están formando, se sienten más empoderadas y ya no quieren ser sometidas. No es una lucha fácil. Deben reunirse prácticamente a escondidas para que los hombres no lo sepan –“ni siquiera les gusta que nos juntemos a platicar en la calle porque dicen que aprendemos cosas”- y, además, se chocan de bruces con la impunidad de los agresores.

Autoridades cómplices

Las mismas autoridades (llámense policía, centros hospitalarios o juzgados) tratan de silenciar los delitos. En un caso reciente especialmente doloroso “porque afecta a la hija de una compañera que es promotora de salud”, ha sido la jueza de paz la que está haciendo todo lo posible para que la denuncia no prospere. Hablamos de una menor que ha sido violada en distintas ocasiones, desde que tenía 12 años, por un supuesto amigo de la familia.

No es un testimonio aislado. De hecho, la mayoría resultan desgarradores. Las autoras de la investigación, Izarra Martínez Ruiz y María Carpintero, dedicaron ocho meses a realizar entrevistas y mantener conversaciones con más de 80 personas del municipio guatemalteco.

Según datos que aporta Raquel Calvo, de Bateginez, 755 mujeres fueron asesinadas víctimas de la violencia machista en Guatemala en 2013. Esta cifra prácticamente duplica la de diez años antes, “aunque hay que tener en cuenta -matiza Calvo- que son datos que pueden proceder de diferentes fuentes”.

Charla y exposición

El estudio que se dará a conocer el viernes completa el proyecto ‘Acompañamiento a la creación del movimiento de Mujeres de Pochuta en Acción’, impulsado por Bateginez. Para poner en marcha esta iniciativa, la ONG duranguesa ha contado con la colaboración del Gobierno vasco, la Diputación, el Ayuntamiento de Durango, la asociación contra la violencia machista Andereak y Andragunea.

La presentación será a las siete de la tarde en el elkartegi. Junto a la charla habrá una exposición con frases y fotografías de mujeres de Pochuta que se instalará en el mismo lugar.