Vecinos de Juan de Icíar piden que la OTA de Durango se extienda hasta su barrio

La asociación de vecinos Santi Sapuherri pide al Ayuntamiento de Durango que extienda la OTA al barrio Juan de Icíar con una zona de residentes, ya que aseguran que les es imposible aparcar de día cerca de sus casas pues las plazas disponibles las ocupa gente de otros lugares que no quiere pagar por estacionar sus vehículos.

Según aseguran el presidente y el vicepresidente de la asociación, Enrique Vallejo y Manuel Delgado, es una propuesta que ya dirigieron hace tiempo a las responsables municipales, quienes les respondieron que se trataba de una cuestión complicada pues “requería de amplios consensos políticos”.

No obstante, creen necesario volver a considerarla, ya que sus casas carecen de garajes y no parece haber otra alternativa viable. Se conforman con que se les reserve el espacio que rodea a los bloques de edificios por las calles Larrasoloeta y Antso Esteguiz. En esta última calle, por cierto, se les dotó recientemente de zonas de carga y descarga, donde pueden parar para descargar pesos.

En Santi Sapuherri están satisfechos con el trato que reciben del Ayuntamiento. Recientemente se invirtió en la mejora de la accesibilidad en el barrio y se siguen haciendo remates. Queda pendiente el acondicionamiento de un espacio para el giro de vehículos de emergencia en uno de los bloques.

La variante

Esperan también con impaciencia que se ejecute la variante que enlace la carretera a Elorrio con Tabira y reduzca el incensante tráfico que soportan en la calle Larrasoloeta y que ha causado más de un susto y un par de atropellos.

Recientemente se ha elevado el paso de peatones que se encuentra a la altura de la calle San Francisco, lo que ha contribuido a que los vehículos aminoren su velocidad considerablemente. Anteriormente ya se habilitó un badén en el más próximo a Antso Esteguiz y se consiguió el mismo efecto. “La gente los respeta bastante”, se congratulan.

Inspección de los edificios

La asociación se encuentra ahora enfrascada en el proceso de inspección técnica de los edificios. La revisión ha detectado únicamente fallos leves y no en todos los casos. Ha sido la ocasión para plantear un lavado de cara al barrio. Entre otras posibilidades, se ha estudiado la de revestir de material aislante las fachadas, pero algunos vecinos, la mayoría de edad avanzada, no pueden o no quieren asumir el coste de la obra. Lo entienden y tratan de llegar a un consenso para, como mínimo, pintar el exterior de los bloques.

Otra cuestión que les ocupa estos días es la preparación de las fiestas. Este año tampoco se hará fogata porque el propietario de una campa cercana no está dispuesto a ceder el espacio.

DURANGON. Noticias de Durango