Un ciclista de Elorrio resulta herido con un cable-trampa en una pista próxima a Kanpazar

Un joven de Elorrio aficionado a la bicicleta de montaña ha presentado hoy en la Ertzain-etxea de Durango una denuncia por las heridas sufridas tras caerse en una pista que une Besaide y Kanpazar como consecuencia de un cable-trampa que cortaba el paso. El ciclista sufre un esguince en el hombro y diversos cortes y heridas.

El propio afectado ha reconocido hoy a durangon.com la presentación de la denuncia. Consciente de que “no hay mucho que hacer”, ha explicado que ha tomado esta decisión con el propósito de hacer público este tipo de comportamientos delictivos para evitar daños a otros deportistas. El cable estaba situado, según asegura, “poco antes de llegar a la carretera que pasa por el alto de Kanpazar”.

El percance se produjo el miércoles, “hacia las 10.30 horas”. El joven salió despedido por encima de la bicicleta “tras tropezar con un obstáculo que estaba a la altura de la rueda delantera”. El denunciante precisa que el cable, que no estaba en tensión pero sí cruzaba la pista de lado a lado, era de los que se utilizan en labores de electricidad.

Tras el percance, el joven se trasladó hasta el Hospital de Arrasate para ser reconocido. Las radiografías y análisis que le realizaron revelaron que padecía un esguince en el hombro izquierdo, que le obliga a tener el brazo en cabestrillo, además de diversos cortes, contusiones y magulladuras por todo el cuerpo.  

“Descerebrado”

Las redes sociales se han hecho eco hoy de este percance para tratar de alertar a los aficionados al “mountain bike, senderismo o enduro/cross” que tengan cuidado “en el tramo entre Besaide y Kanpazar” por la aparición de “cables atados de un lado a otro de la pista cortando el paso”. El texto destaca que “está en nuestras manos que no vuelva a ocurrir y poder encontrar al descerebrado que anda haciendo esto”.

Ciclistas y clubes deportivos han denunciado en los últimos tiempos la colocación de cables o de otros elementos como troncos, palos o piedras en zonas transitadas por aficionados a la bicicleta de montaña y otras modalidades deportivas. El pasado mes de junio, Sapubike de Durango alertó de varias trampas situadas “de forma estratégica para intentar evitar el paso de ciclistas” en una ruta de BTT próxima al Mugarra.

Como consecuencia de una de ellas, un aficionado de la zona sufrió una dura caída que pudo tener consecuencias muy graves. Poco después, un ciclista murió en Cantabria tras golpearse con un cable colocado a la altura de las caderas.