Tirso Losa, el alma de los donantes de sangre de Durango, fallece a los 92 años

“Era un todoterreno. Una persona muy activa, muy emprendedora y muy dialogante”. Tirso Losa, el que fuera presidente de la Asociación de Donantes de Sangre Mugarra y también del Alpino Tabira, falleció ayer a los 92 años. Su funeral se celebrará mañana, a las 19.00 horas, en la iglesia Santa Ana de Durango.

Si algo destacan de Tirso Losa quienes le conocían bien es su vitalidad y su carácter afable. “Siempre estaba dispuesto a hacer un favor, a echar una mano, y si había un pique, trataba de dialogar para solucionarlo”, apunta Iñaki Calvo, presidente Alpino Tabira de Durango.

Su implicación con el club mendizale -del que fue presidente entre 1988 y 1990, pero en el que ocupó también muchos otros cargos directivos- fue notable. “Le encantaba el monte y ponía ganas en todo. Intentaba hacer muchas cosas”.

El contacto con el Alpino Tabira, aunque más esporádico, se mantuvo firme “hasta hace un par de años. Le gustaba pasar por la sede de vez en cuando a hacer una ‘visitilla’ y si te veía por la calle, siempre te paraba a decirte algo o a darte recuerdos para la gente”. “Pero no solo a mí -enfatiza Calvo-, era así con todo el mundo”.

Cruz Roja

Losa también será recordado por su labor en la Cruz Roja comarcal y en la Asociación de Donantes de Sangre Mugarra. Sobre todo en esta última. Fue su cara más visible durante cerca de tres décadas hasta que, teniendo ya 90 años, optara por desvincularse por razones de edad.

Esta ‘jubilación’ no evitó que su recuerdo siguiera muy vivo en los bajos del ambulatorio de especialidades de la calle Herriko Gudarien, la sede donde se realizan las extracciones. De hecho, como muestra de afecto y reconocimiento, todavía hay una fotografía de Losa frente a las butacas que ocupan los donantes como queda atestiguado en el reportaje que publicó este periódico digital sobre esta asociación hace unos meses bajo el título “Apadrina a un donante”.

Apresado por los japoneses

Pero estas son las etapas más conocidas de Losa. De lo que mucha gente quizá no esté al corriente son del sinfín de vicisitudes que vivió de joven y que él mismo se encargó de relatar en su segundo libro: ‘Biografía y vivencias de un nonagenario’ (2011).

Entre otras, su nacimiento en Filipinas, el exilio desde Durango a Francia durante la Guerra Civil y el hecho de haber vivido en primera persona la ocupación de su país de origen durante la II Guerra Mundial hasta el punto de haber sido apresado por los japoneses y alistarse en el Ejército norteamericano.

Numerosos retazos de su vida que escribió con el propósito de que sus hijas y sus nietas le conocieran mejor. Y el regalo no fue solo para ellas. Todos lo hemos aprovechado.