Titzina Teatro son Pako Merino y Diego Lorca. Dos dramaturgos que se conocieron en 1999 en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq en París y que dos años después se animaron a fundar su propia compañía. Una compañía, eso sí, en la que ellos mismos ejercen de actores, directores y autores de sus espectáculos.
Pero el sello Titzina va más allá y se caracteriza por el laborioso trabajo de investigación en el que se sumergen antes de cada producción. Un método que les ha permitido profundizar en temas tabú como la locura, la guerra o la muerte, y que hace que cada estreno se posponga entre tres y cuatro años.
‘La zanja’, el espectáculo que presentan mañana en el espacio San Agustín de Durango (19.00 horas), es “un viaje emocional” hacia la conquista española de América. Un encuentro entre dos continentes que desvela choques culturales y que también invita a la reflexión sobre los abusos de las multinacionales.
Mina de oro
Alfredo, el alcalde de una pequeña localidad rural de Perú, espera la llegada de Miquel, un técnico de una empresa minera que pretende abrir una explotación de oro en este país. El proyecto marcará el futuro del pueblo y la relación entre sus vecinos, transportando al público a momentos claves de la conquista española de América con Francisco Pizarro y el emperador inca Atahualpa como protagonistas.
“Al margen del entretenimiento, la magia del teatro es que te permite generar otro tipo de emociones, de poso, en el espectador. Que le haya merecido la pena salir de casa durante esa hora y media. Y nosotros, como creadores, tenemos un compromiso social que en este caso nos ha llevado a hablar de ambiciones y de aberraciones. De lo maravillosos y ruines que podemos llegar a ser como personas”, destacaron ayer Pako Merino y Diego Lorca, que ofrecieron una rueda de prensa en compañía de la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, y la responsable de San Agustín, Arantza Arrazola.