Obama va a La Habana

Balsero en una balsa, de Mayami al puerto
de La Habana, Barack Obama remará como un
poseso para llegar a la capital de Cuba, donde
deberá brindar mano a mano con Raúl Castro.
Los dos beberán su copita de ron y fumarán un
enorme puro habano, el habano de la paz, que
no la pipa india de las praderas, por el fin del
bloqueo a la isla que se le subió a las barbas
al Tío Sam.

Esta historia forma parte de una fantasía
que uno se tuvo que inventar para sacarle de
la cabeza la obsesión por suicidarse que le ha
dado estos días a un rojo nieto de fusilado de
los de la Memoria histórica. El tal rojo a sus 73
años está ya roto de sus pulmones y con el
corazón sin ritmo, y no tiene más ganas de
vivir.

El tal rojo tiene en su casa un altar
dedicado al Che Guevara, y dos retratos
murales de los dos Castro, Fidel y Raúl. Y uno
para sacarle del majín lo del suicidio le ha
dicho que estamos invitados a la visita de
Obama a La Habana, y que quizá la visita
tendrá propina, ya que tal vez Obama cerrará
la cárcel de Guantánamo. Y al rojo nieto de
fusilado se le ha empezado a alegrar el ojo.

Y siguiendo con la fantasía, otra historia
más: Y es que los griegos de Siriza nos han
invitado a asistir al entierro de Angela Merkel
y la troika y los señores de los mercados en el
Panteón de Atenas, con motivo de su esperado
triunfo en las elecciones recién convocadas en
ese país que se juega el desahucio definitivo
de la UE y la salida del euro.

Y al rojo se le ha alegrado el ojo un
poquito más.

Y siguiendo la fantasía, uno se ha sacado
del majín una historia parecida a la de los
griegos de Siriza con los hispanos de Podemos,
seguida de una serie de escraches a la puerta
de algunos partidos políticos y de cárceles de
corruptos…

“Así que, amigo rojo, no apagues el sol, ni
la luna ni las estrellas, deja correr la rueda de
los días y las noches, que nos esperan días de
vino y rosas, de wiski, cócteles, ron y
champán, en un largo fin de fiesta”, le ha
dicho el susodicho al rojo que se quería
suicidar.

Parece ser que al rojo se le han quitado
las ganas de suicidarse, que ha recuperado las
ganas de vivir, y ha decidido aplazar lo del
suicidio hasta después de las elecciones
generales previstas en España para casi dentro
de un año.

Naturalmente, habría sido inútil decirle al
rojo que quería suicidarse lo de Feliz Navidad,
Próspero Año y Felicidad… Hacía falta algo
fuerte, aunque fuese solo un sueño, una
fantasía, un cuento de año nuevo… Soñar es
gratis, y de ilusión también se vive… Aunque
normalmente la realidad va por caminos muy
diferentes…

Honorio Cadarso es periodista