La madurez

La mitad de la juventud está dispuesta a aceptar cualquier empleo, tenga o no que ver con su formación… En teoría. Desde Alemania llegan noticias de protestas de los enfermeros hispanos emigrados por las duras y discriminatorias condiciones de trabajo a las que se les somete frente a sus colegas autóctonos.

Al margen de que tengan razón en sus quejas (ese no es el tema), se dice que las generaciones jóvenes, cada vez más, van creciendo ajenas a una ???cultura del esfuerzo???. ¿Se les han dado hechas las cosas? ¿Les hemos privado de iniciativa, capacidad de aguante y visión a largo plazo? ¿Les hemos impedido madurar, en definitiva? Parece que la respuesta suele ser, más bien, afirmativa.

Traigo argumentos a este debate y, para ello, rescato un texto del conocido escritor y psiquiatra Enrique Rojas, titulado ???Indicadores de madurez de la personalidad???.

Este especialista parte de la base de que ???se ha producido en el mundo moderno una socialización de la inmadurez y nos encontramos con masas de población adulta convertida en adolescente???.

Si los criterios de madurez, por tanto, están ???en un tono auténticamente adolescente??? no es extraño que la juventud no avance de esa fase. ¿Y qué propone? He aquí lo que él considera signos de una personalidad madura:

???    Haber prosperado con un cierto modelo de identidad. ???Significa que un@ ha ido creciendo, siguiendo un ejemplo vivo que está fuera. El modelo ideal (una persona o varias) es una lección gráfica, abierta, atractiva, que tira de nosotros en una dirección concreta y que nos empuja a imitarla de alguna manera???. Piensa que la sociedad carece hoy de estos modelos.

???    Autoconocimiento. ???La persona tiene claras sus características principales (físicas, psicológicas, sociales y culturales) y, como consecuencia, sabe sus actitudes y sus limitaciones???.

???    Haber alcanzado un cierto nivel de equilibrio psicológico. ???Una ecuación entre corazón y cabeza, entre afectividad y vida intelectual???.

???    Tener un proyecto personal. ???La vida no se improvisa, sino que se programa. Proyecto personal es lo que yo hago con mi vida de acuerdo con unas premisas, o de acuerdo con lo que proyecté???.

???    Tener una filosofía de vida, como un sentido humanista de la vida.

???    La naturalidad. ???Es una de las características más importantes de una persona madura. Naturalidad es sencillez, huir de la sofisticación. Una persona natural no trata de aparentar más de lo que es, no tiene dos o tres fachadas dependiendo de con quién esté, sino que mantiene siempre una unidad en su personalidad???.

???    El autocontrol. La capacidad de dominarse, de ser dueñ@ de un@ mism@.

???    La temporalidad. ???La vida es una operación que se realiza hacia adelante, es una ecuación algebraica entre presente, pasado y futuro. Una persona madura vive instalada en el presente, tiene asumido el pasado y vive empapada de porvenir???.

???    La responsabilidad. ???Una persona es responsable cuando responde con hechos a ciertas obligaciones contraídas. Decía Cervantes que cada uno es hijo de sus obras, y Platón, que cada un@ es la causa de su propia elección. La noción de responsabilidad está ligada a la de elección y libertad; por lo tanto, libertad y responsabilidad forman un binomio inseparable???.

???    La fidelidad a los compromisos contraídos. ???La vida es larga y compleja, pero un@ es capaz de responder a la fidelidad con pequeñas lealtades.

???    Sexualidad.??? Una persona madura tiene situada la sexualidad en tercer o cuarto plano; salvo en la adolescencia y en la primera juventud, en la cual, por razón de la edad, la sexualidad pide paso, quiere abrirse con fuerza y es lógico que haya una vibración psicológica y física más importante???.

???    La capacidad para convivir. ???Es como una especie de termómetro que registra la altura, la anchura y la profundidad de nuestra calidad personal, capacidad de aceptar a l@s demás, de quitarle importancia a los problemas, de saber ceder y un largo etcétera de cosas esenciales???.

???    Sentido del humor. ???¿Qué significa? Que uno se ve desde el patio de butacas y tiene capacidad de reírse de sí mismo, de no agrandar, de no hipertrofiar los problemas???.

Son teorías y sugerencias, entre otras muchas. Pero no cabe duda de que si las personas dispusiéramos de este equipamiento estaríamos mucho mejor preparadas para afrontar momentos duros como los actuales. Para sobrevolar los dulces, no hacen falta alas.

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Mertxe Arratibel es periodista en andra.eus