Iglesias de Europa

La revista católica española
‘Iglesia Viva’ publicó recientemente
sendos reportajes sobre la relación
que mantienen con el Estado las
Jerarquía de la Iglesia Católica de
Alemania, la Iglesia protestante
Anglicana de Inglaterra, y de
rebote la Iglesia Católica de
España. En los tres casos, esta
relación se establece actualmente
con gobiernos de signo
conservador, el de Cameron, el de 
Rajoy y el de Angela Merkel.

El Gobierno inglés de Cameron,
al que los ingleses en clave de
humor han bautizado como el
Gobierno de los “Conservadores
con Sotana”, al igual que el de
Rajoy, está embarcado en una
política de recortes de las
pensiones, de recortes en sanidad
pública y de privatización de
hospitales (12 han sido
privatizados recientemente). Ha
despedido en poco tiempo a
25.145 empleados de la Sanidad
Pública, y ha retrasado y alargado
el tiempo de espera para
intervenciones de los pacientes.

En respuesta a esta política, la
Iglesia Anglicana ha puesto el
grito en el cielo: “Deberíamos
alentar políticas que alienten el
espíritu de hermandad entre todos
los que viven en Gran Bretaña”,
proclaman los obispos anglicanos.
“Estas medidas contra el estado de
Bienestar van en contra de estos
valores, afectan a la dignidad de
las personas, no unen, sino que
separan… La atención sanitaria no
puede depender de la capacidad
de pago del paciente… un hospital
no es un supermercado”.

Desde la Univesidad Pompeu
Fabra de Barcelona, el profesor
Vicenç Navarro critica duramente
que la Iglesia española, ante la
política del gobierno conservador
de Rajoy, un gobierno en el que
figuran no pocos ministros
católicos, guarde el más absoluto
silencio, un “silencio
ensordecedor”. La Jerarquía
católica de España y de las
Comunidades autónomas se limita
a criticar la política del gobierno
relativa a la sexualidad, léase
cuestiones sobre el aborto, la
homosexualidad, y demás,  y
reclama más ayuda económica del
Estado a la Iglesia católica. Y se
limita a una acción asistencial de
carácter caritativo que no afecta al
bienestar general de la población,
seriamente afectada por las
políticas de austeridad del gasto
público en pensiones, sanidad,
educación y servicios sociales.

Los gobiernos del Estado
español vienen financiando
generosamente visitas del Papa a
Valencia o a Madrid, con fastuosos
y costosos eventos, o asisten en
primera fila a canonizaciones de
católicos fusilados en el lado
republicano en la guerra incivil de
1936.

Las noticias relativas a la
iglesia en Alemania van por otros
derroteros. ‘Iglesia Viva’ cuenta
que Harmutt Zapp, profesor de
teología de la universidad de
Friburgo se ha negado a pagar el
impuesto religioso que cobra el
Estado alemán y luego entrega a la
confesión religiosa que pertenezca
el contribuyente, alegando que el
coste de ese impuesto es
exageradamente alto. Aunque el
tal profesor promete pagar un
impuesto más bajo, la Jerarquía
católica alemana ha decidido que
al católico que no pague el tal
impuesto se le deberá negar el
acceso a los sacramentos, pero no
será excomulgado.

Decididamente, hay distintas
maneras de aplicar las enseñanzas
del evangelio a los pueblos de
Europa.

Honorio Cadarso es periodista