“Ideal para jóvenes”

Rozo la treintena, empiezo a peinar canas y en mi cabello asoman algunas entradas. Entro en esa etapa en la que dudo de mi edad, año arriba, año abajo, ¿cuántos años he cumplido esta vez? Soy joven, pero tampoco tanto. Soy joven porque no he comprado un piso, pero sé cuánto vale uno; porque vivo con mis padres; y porque llevo menos de un año y medio en el mismo puesto de trabajo. Soy joven porque los bancos me ofrecen créditos, tarjetas y otras promociones a condiciones excepcionales, pero yo los rechazo. Soy joven porque todavía hago deporte y compito en un equipo, y porque defiendo el botellón social. Soy joven porque deseo comprarme un piso, viajar y cambiar de trabajo.

Pertenezco a la generación de la ???Coca-cola???, del ???ya mismo??? o del ???yo y yo mismo???. Por cierto, nuestras madres inventaron el ???tapperware??? y nosotros lo hemos popularizado. Soy de la generación de los becarios, mileuristas y contratos en prácticas. Me rebelo en contra de la jerarquización política, del sistema económico, de la monarquía. Critico, pero no actúo. Todo me viene dado y tampoco es tan incómodo. No practico religión alguna pero blasfemo y me paso horas twitteando. Tengo cientos de amigos y millones de amigas, y estamos todos en contacto.

Ayer llegó la catarsis; leí un anuncio en una revista local: ???se vende piso, ideal para pareja joven???. Me paro y releo, ???ideal para pareja joven???. ???Barato???. ¿Qué será barato? ¿Será pequeño? ¿Será  mono, moderno, estupendo? ???Ideal???, dice el anuncio. Pareja, ¿pareja de novios? ¿pareja de novias? ¿pareja de amigos? Y ???joven???, todo entrecomillado.

Voy al banco y pregunto por un crédito. Un súper crédito, me comenta un hombre trajeado. La estrella de los créditos, me dice. Una hipoteca a 50 años. ¿50 años? Haz un cálculo. Un crédito juvenil, que envejece contigo. Un amigo especial para toda la vida. ???¡Pero si soy joven!???, exclamo. ???Por eso, un crédito a largo plazo???, explica sonriente el trajeado.

A todo esto, ya no me acuerdo de lo que quería decir ni de por qué me he puesto a escribir. ¿Por qué he dicho todo esto y ya no recuerdo el motivo? ¿Será porque soy eternamente joven? ¿O porque he dejado de serlo?

Julen Orbegozo kazetaria da