“I need Spain”

Ya lo augurábamos hacía unas cuantas semanas. ‘La Roja’, en la final de la Copa del Mundo y, además, jugando al fútbol como no lo ha hecho ningún otro equipo en el torneo. Rafael Nadal, arrasando en Wimbledon, y demostrando que con tesón, esfuerzo, actitud y, desde luego, talento, se puede alcanzar el Olimpo del tenis. Alberto Contador, a lo suyo, distanciando a su, a priori, gran rival, Armstrong, víctima del “pavé”… En fin, que lo spanish apunta al “no va más”. Si además el Deutsche Bank reconoce que “patinó” al valorar la situación financiera de España, y ello conlleva un arreón importante en la Bolsa, ¡qué les voy a decir!

En este contexto de fervor patrio, ni tan siquiera la reforma laboral, las constantes amenazas europeas de que no nos podremos jubilar hasta los setenta, ni una huelga general, parecen haber importado. A las puertas de agosto, con sol y buen tiempo, ‘Sanfermines’ en todo su esplendor y aroma de vacaciones y descanso, resulta extremadamente complicado ser la crítica nota discordante.

No me extraña, por eso, que el Gobierno Vasco haya optado por gastar sus recursos en una campaña turística conjunta con el Estado bajo el paraguas del “I need Spain”. A ver quién se resiste a visitar el país de las maravillas (no me malinterpreten, porque si algo tiene la geografía española son auténticas maravillas, ya sean naturales o culturales).

Y es que, con todo, en Lakua deben pensar que el hecho diferencial vasco no vende, que es mucho mejor relegar nuestro acervo cultural milenario al pasado, que está rancio y caduco; que es más importante vender en Europa y el mundo la españolidad porque nosotros, por nosotros mismos, no somos tanto.

De ahí que ahora vayamos a tener no un plan para potenciar la cultura vasca, sino un nuevo Contrato Ciudadano por las Culturas. ¿Qué culturas?, me pregunto. ¿Qué objetivo tiene dicho plan? Me temo que pretenda dar continuidad al proceso de desafección en lo público de todo signo físico o cultural identitario vasco iniciado hace más de un año, relegando, además, a un segundo o tercer plano a las instituciones que, permaneciendo gobernadas en clave abertzale, son las que participan activamente en el desarrollo de la identidad cultural de nuestro país.

Porque muchos ciudadanos de esta comunidad, “need Euskadi”, ha sido tal cual durante siglos y tal cual es aún ahora para la gran mayoría de los ciudadanos vascos, pese a que ciertos dirigentes que, no lo olvidemos, representan a la minoría de la población, persiguen que se convierta, sencillamente, en un apéndice de España.