Gente pequeña

Los medios de
comunicación, tradicionalmente el
“cuarto poder, han subido
drásticamente de
categoría”. (Marcelo Colussi)

Intento leer la realidad, lo que
sucede a mi alrededor, e interpretarlo. Intento
razonar el porqué de acontecimientos,
de nuevas situaciones, de evoluciones en
nuestra sociedad… todo ello sin
fustigarme demasiado; porque muchas veces,
no hayo respuestas coherentes. Si algo escapa
a una explicación lógica, si el
resultado de la ecuación es el
inesperado, intento estudiar los
parámetros que no he analizado. Casi
siempre fallo, o en el análisis, o en el
resultado.

Sucede que, en menos de un año,
en la trama de la actualidad política ha
habido dos giros inesperados. Primero fue la
irrupción de Pablo Iglesias en la
comunicación política. Cuando
pensábamos que íbamos a
acertar la derivada del efecto Podemos, surge
otro elemento que podría hacer variar
el resultado; también el resultado a
nivel local.

Y me pregunto, ¿qué ha
sucedido para que ahora, y a pesar de que
exista desde hace 9 años, Ciudadanos y
Albert Rivera cambien de marco comunicativo
y contexto? 9 años haciendo lo mismo,
pensando lo mismo, diciendo lo mismo; 9
años con el mismo protagonista…
Y pese a ello, es ahora cuando despega en las
encuestas. Parece que al cuarto poder
español, o a quienes dirigen los medios
de comunicación y la opinión
pública, se les fue de las manos el
efecto Podemos.

Ni Ciudadanos, ni el accidente de
Lufthansa, ni Belen Esteban, ni aquel triunfo
de Obama… nada es sólo y
únicamente una construcción
mediática, claro que no. Pero los
medios de comunicación influyen en la
opinión pública. Hoy
más que ayer, y menos que
mañana.

Según Marcelo Colussi,
psicólogo y filósofo argentino,
los medios de comunicación,
“tradicionalmente el cuarto poder, han
subido drásticamente de
categoría. Hoy día son uno de
los factores del poder mismo, construyendo la
realidad político-ideológica a
escala planetaria. Muy buena parte de nuestras
apreciaciones sobre esa realidad son los
productos prefabricados que esas usinas
culturales elaboran, cada vez con mayor
sutileza, con mayor esmero”.

Que al “Poder”
(comunicativo, se entiende), se le ocurriera
ayer dar vía libre a unos para que
comunicaran efectivamente, y hoy se les
ocurra aplacarlos o diluirlos abriendo el grifo a
Ciudadanos, no debe ser casualidad. Estamos
al albur de no sé quién, que
está no sé dónde y
quiere no sé qué. Tan sencillo y
cruel; tan al hilo de este capitalismo calculado
que se regenera y reinventa sobre la marcha:
que alguien que no identifico y sus objetivos
feroces decida quién se pueda sentar
en nuestro ayuntamiento.

Parece que aquello que decía
Galeano, “mucha gente pequeña
en lugares pequeños, haciendo cosas
pequeñas, pueden cambiar el mundo”,
debe suceder sólo, y exclusivamente,
si el Poder te lo permite. Es algo
empírico, casi científico.

Pero yo y otras muchas personas,
personas pequeñas, somos tan tozudas
que nos resistimos a pensar así. Por
eso seguimos siendo gente pequeña, en
lugares pequeños como nuestro pueblo,
que haciendo cosas pequeñas,
aspiramos a contribuir a que cambie nuestro
pueblo, y nuestro mundo.

Julen Orbegozo kazetaria da