Energías prohibidas

Uno que es ciudadano de a pie y profano en tecnologías punta, se queda de piedra enterándose de ciertas cosas. Dicen que el sector de la energía es responsable del 54% de la contaminación, la cual a su vez es una de las principales causas de muerte por cáncer. Y que las fuentes de contaminación principales son el transporte, las instalaciones eléctricas, la calefacción, las emisiones agricolas e industriales.

Existen fuentes de energía no contaminantes: la eólica, la fotovoltaica, y otras cuyo aprovechamiento está en estudio, y en cuyo desarrollo e investigación España ocupa uno de los primeros puestos del ranking mundial. La energía eólica aportaba en 2001 el 3% de la energía en el Estado español, hoy se calcula que aporta el 20%, con lo cual está contribuyendo decisivamente a reducir la contaminación atmosférica. Sin embargo, el Gobierno estatal está imponiendo severas restricciones al desarrollo de las energías eólicas.

También está imponiendo severas restricciones al desarrollo de las energías de origen termosolar o fotovoltaico, que tampoco contaminan, frente a la protesta generalizada de los medios internacionales, de las comunidades autónomas, de empresas extranjeras que podrían invertir en España alrededor de 15.000 millones de euros en instalaciones de energía solar.

Dicen que cualquier ciudadano podría instalar en su casa un mecanismo para producir energía fotovoltaica, y con ello consumir menos energías contaminantes, que son las que utilizan mayoritariamente las grandes empresas de energía. Las cuales, por otra parte, están aumentando a velocidades de vértigo los sueldos de sus directivos y el coste de la electricidad para los consumidores.  El alza de precios de la electricidad en los hogares españoles en el último año dicen que ronda el 40% o el 60%

En resumen, si uno no va descaminado, España se gasta casi todo su dinero en comprar petróleo, padece un nivel de contaminación difícilmente soportable, pero recorta drásticamente las inversiones y el consumo de energías no contaminantes de las que producimos en casa, en un momento en que padecemos una crisis económica galopante, y al parecer España se empeña en salir de la crisis manteniendo una costosa inversión en petróleo de procedencia exterior.

Por cierto, un detalle. Si tienen ustedes acceso a las listas de directivos de las grandes empresas eléctricas españolas y  de las principales refinerías de petróleo, verán que figuran en ellas antiguos dirigentes políticos de diferentes partidos de ámbito estatal o autonómico. Porque algunos dicen que las empresas electroenergéticas son la jubilación para los políticos… Los cuales disfrutan de ingresos astronómicos por su presencia en sus consejos de administración.

Honorio Cadarso es periodista