De la diversión a la progresión

¿Cómo no nos va a gustar subir al podium cuando competimos? Igual que a todo el mundo. Aunque nunca ganando a cualquier precio: trampeando, falseando, comprando??? Bienaventurados los ingenuos porque serán pobres toda su vida.

Allá quien quiera engañarse a sí mism@ porque en esto del ciclismo, como en cualquier otro deporte, una vez contrastados los datos, las evidencias saltan a la vista.

Me envían fotos de jóvenes subidos al pódium, con txapela incluida en ocasiones. Me alegro mucho por ellos. Pero para conocer el valor más aproximado de su éxito, repaso las clasificaciones, identifico a l@s rivales y luego relativizo el mérito. Análisis, contrastes, y deducciones.

Vivido el momento de gloria, quienes intentamos elaborar una pedagogía, procuramos no aguar la fiesta al deportista pero le esperamos a que baje del Olimpo para ponerle al día.

Suele ocurrir que, acostumbrados a la victoria aquí, olvidamos que existen muchos lugares y muchas gentes que tienen su pedestal en su propio ???aquí???. Creerte que eres el mejor de tu barrio puede no ser aconsejable.

Darle un sentido a la competición más allá del triunfo. Esto sí que es meritorio. ¿Nos vamos a estar entrenando toda la vida para jamás lograr una corona de laurel? Se antoja difícil de asimilar.

Las razones bien podrían ser:

– lo practico para recrearme y como dice el slogan que circula por ahí, ???si quieres un campeón entrénate tú, porque yo lo hago para divertirme???, o

– compito porque me gusta y para intentar mejorar, objetivos profesionales y económicos aparte.

En cualquiera de los dos casos, l@s rivales no son enemigos sino nuestros profesores. Nos dan la medida de nuestras capacidades. Nos enseñan el camino. Son la referencia, nos habilitan, y en suma, son quienes le dan la importancia que se merece no sólo a nuestro triunfo sino también, y esto es mucho más interesante, a nuestra derrota. Porque quien no esté seguro de que en algún rincón cercano existe una horma para su zapato la encontrará a la vuelta de la esquina. ??ste sí que es verdaderamente un ingenuo.

Les ha sucedido a las jovencitas de nuestro equipo que en Bizkaia y Euskal Herria pasan por buenas ciclistas. Se dieron una pequeña vuelta por el mundo y el domingo se encontraron con que existe otro ???aquí??? y que cuando se adapten a él serán reconocidas en un ámbito más amplio.

No tendrían que hacer de una lección una catástrofe sino un acicate para afirmarse a sí mismas algo como: ???El próximo año volveré a esta prueba y me clasificaré entre las diez primeras???. Compromiso.

Una dirá enseguida: ???Ni de palo. Yo no vuelvo más???. Otra por el contrario: ???Se puede intentar pero habrá que prepararse muchísimo???. Actitud.

Tras ello, para un(a) ciclista, tres cosas hay en la vida: salud, suerte y fuerza de voluntad.

Está pasando.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.