¡Vivan los locos! ¡Suerte, Athletic!

Llegó, por fin, Hollande a la cima de la política francesa y parece que mucha gente respira tranquila. Pero no nos las prometamos felices. Los “mercados” ya lo han condenado de antemano: “No pasará”. Es decir, han anticipado que si cumple lo que ha prometido, austeridad combinada con crecimiento, lanzará a Francia por el despeñadero y arrastrará a media Europa consigo.

Menos mal que yo, particularmente, no me creo nada de lo que dicen “los mercados”. El lunes, con motivo de la dimisión de Rato de la presidencia de Bankia, alguien en la radio recordaba unas muy recientes palabras suyas en las que aseguraba que la entidad gozaba de “muy buena salud”. Y ya lo hemos visto: está en la ruina.

Nada más conocerse la medida, el recién dimitido primer ejecutivo lanzaba un mensaje “tranquilizador” a los clientes: “Bankia es una entidad con un nivel de solvencia muy alto”. Claro, por eso necesita miles de millones del erario público (todavía no se sabe cuántos). Y a continuación otra noticia surrealista: su sustituto, Goirigolzarri, mantendrá los “52,5 millones del plan de pensiones que acumuló hasta su marcha de BBVA”.

Todavía no sabemos cuánto se llevará Rato en concepto de cesantías. Parece que no excederá de 1,2 millones, ya que el gobierno socialista limitó el blindaje de los directivos de los bancos que reciben dinero del erario público. De no haber sido así, se habría embolsado más de 4 millones, calcula ‘El País’.

La obscenidad que exhiben políticos, banqueros y demás casta que controla los resortes de poder está empezando a resultar indignante. Mientras los gobiernos se dedican a asfixiar a la ciudadanía con brutales recortes en servicios básicos (y los que vendrán), subidas de impuestos, etcétera resulta sorprendente que ningún partido proponga alternativas viables en unos momentos en los que no necesitamos políticos para dedicarse a la administración de las pequeñas cosas del día a día, para esto bastan los presidentes de escalera. Esa laxitud hace sospechar que se les mantiene a raya a base de conservar sus prebendas. Y es que las estructuras institucionales actuales, (obsoletas, a decir de cantidad de expertos) y nivel de despilfarro en conceptos prescindibles se mantienen intactos.

A lo más se toman medidas como la que hemos conocido este fin de semana por ‘La Razón’ de que la familia  Rajoy se fue de puente del 1 de mayo con ‘tupper‘ de comida elaborada en La Moncloa ¡Qué gracioso! …Y a la vuelta de las “minivacaciones” se regalan miles de millones de euros a los bancos.

Mi madre dice que no se puede poner la radio ni la tele. Le asusta que ella, “que no entiende nada”, se escandalice con todas estas cosas y se pregunta qué pensarán los que saben del tema.

Pues bien: muchos de ellos andan, no ya alborotados, sino medio perturbados. Por ejemplo, el catedrático Roberto Centeno, ex director general de Enagas y ex consejero delegado de Campsa, en un artículo demencial, resume así el panorama político y económico: “El problema no es la reducción rápida del déficit, es que se está realizando exclusivamente a costa de la economía productiva y las familias… El problema es otro: desmesura de estructuras inútiles, gasto público disparatado e improductivo y sistema financiero quebrado”. En su opinión, muchas comunidades autónomas están al mismo borde de la quiebra y las luces rojas se han encendido ya en la Seguridad Social… Y no se mete con Urdangarin.

Menos mal que aún queda gente cabal como el ‘loco’ Bielsa, del que hemos conocido esta semana que se ha negado a dormir en una suite de 1.000 euros la noche en Bucarest… Ya lo decía alguien, creo que Oscar Wilde: “El mundo ha sido hecho por los locos para los cuerdos.” Pues con estos cuerdos que nos gobiernan prefiero un mundo de chiflados ¡Suerte y juego limpio, Athletic!

Vivimos el fin de unos tiempos. Esperamos una Tierra nueva donde habite la justicia