“No sé qué tal saldrá el experimento de este sábado, pero quiero ver hasta dónde soy capaz de llegar”

Por mucha experiencia que se tenga sobre el escenario, cada concierto supone un nuevo reto. Y en el caso de la actuación que ofrecerá la cantante Onintze el próximo sábado en el Zornotza Aretoa, lo será por un doble motivo. Primero, por la responsabilidad de reencontrarse con su público tras más de 4 años. Y segundo, porque estrenará un formato nuevo en el que quiere dar impulso a su faceta como instrumentista.

A partir de las 20.00 horas, la compositora e intérprete zornotzarra mostrará el bagaje y la experiencia obtenidos en estos últimos años de trayectoria en solitario, precedidos por tres discos con el grupo Seiren. Un salto que dio en 2018 con su primer sencillo ‘A la luz de la luna’ y, un año más tarde, con su álbum de debut ‘Punto de partida’. En pleno proceso de promoción, llegó la covid.

Una época complicada, que le pilló mientras arrancaba el nuevo proyecto y daba sus primeros conciertos. “Fue un golpe duro”, recuerda, “pero no quedaba otra opción que tomárselo con tranquilidad y mantener la cabeza fría para mantener la ilusión y las ganas. Me lo planteé como un tiempo que podía aprovechar para seguir creando canciones”.

Onintze no sólo mantuvo la fuerza para continuar, si no que durante esos meses germinó lo que sería su segundo trabajo en solitario ‘¿Por qué quedarme callada?’ que ha girado por todo el Estado durante 2023. Dos discos impregnados por el estilo melódico y estribillos pegadizos que le identifican, pero que también presentan diferencias. 

Sonido “actualizado”

“En esencia siguen siendo mis canciones, con estructuras parecidas, pero en cuanto a producción ha habido una evolución y he intentado probar cosas nuevas”, describe. “En este último trabajo hay una mayor combinación de instrumentos acústicos con electrónicos. Creo que eso es lo que mejor define su sonido, más actualizado”.

Respecto a su título, ‘¿Por qué quedarme callada?’, Onintze ha querido reaccionar a ese “silencio impuesto por la pandemia” que mantuvo cautivas muchas voces. “Sentí que todavía me quedaban muchas cosas por contar y por cantar”, confiesa.

El concierto de este sábado servirá de reencuentro de la cantante con su localidad, en la que no actúa delante del público desde 2019, precisamente para presentar su primer álbum. “Durante el confinamiento hubo un concierto acústico, pero se emitió en streaming y el acceso estaba cerrado, así que la sensación fue muy diferente”.

Una situación opuesta a lo que le esperará, en unos días, en un Zornotza Aretoa que acogerá una actuación “bastante enérgica, con mucha instrumentación para que las canciones suenen lo más parecidas al disco”, adelanta.

Reto personal

Todo un reto personal para Onintze, que quiere demostrar ser “capaz de tocar la guitarra eléctrica como solista por primera vez”, acompañada por Ander Zulaika a la batería y Antxon Sarasua a los teclados. Contará también con la colaboración de Jokin, de Seiren, con el que no ha coincidido en un escenario desde hace muchos años y que participará en dos temas con su violín y sus coros.

“Durante los conciertos acústicos de este pasado año he tocado el piano y las guitarras acústica y eléctrica, y ha funcionado bien. Quiero seguir por esa línea y dar un paso más en mi satisfacción personal”, sostiene. “Le he puesto mucho trabajo y ganas, aunque me da un poco de vértigo porque no sé qué tal saldrá el experimento, pero quiero ver hasta dónde soy capaz de llegar”.

Las entradas están a la venta en la web del Zornotza Aretoa.