“No podemos ir todos los días al monte con nuestros perros”

Decenas de durangueses y sus perros se han manifestado esta tarde frente al Ayuntamiento, cansados de no obtener una respuesta a sus reivindicaciones. Llevan mucho tiempo reclamando espacios acotados donde sus mascotas puedan andar sueltas y se han cansado ya de esperar.

La petición viene de lejos. Hace tres años se recogieron unas 3.000 firmas con el mismo objetivo y, posteriormente, otras 2.000. Algunos de estos vecinos y vecinas volvieron a reunirse hace varios meses con responsables municipales “pero todavía no nos han contestado nada”, explica Natalia Zuazua.

Estos propietarios reclaman que se cumpla la Ley de Protección de Animales Domésticos de Euskadi, que obliga a los ayuntamientos a habilitar espacios donde puedan ir sueltos. Por contra, la normativa municipal vigente en Durango no solo establece que los perros deben ir atados y, en algunos casos, con bozal, sino que esas zonas acotadas se acondicionarán dependiendo de la disponibilidad presupuestaria.

Sitios alternativos

“Pedimos medidas que no exigen grandes presupuestos. Con un cartel con un horario valdría y algo tan simple evitaría que yo tenga que ir corriendo con mi perro atado junto a mí. Algunos no podemos ir todos los días al monte”, añade Zuazua

Gaizka González es de la misma opinión. “No nos queda más remedio que ir a sitios alternativos, como a Matiena, para que hagan ejercicio, y puedan jugar y correr. O eso, o andar escondiéndonos por Durango”.

“Maltrato animal”

Antonio Márquez, uno de los promotores de la movilización, calcula que habrá unos 3.000 perros censados en Durango. “Tener a los policías municipales diciéndote que tienen  que ir atados día sí, día también, hace que al final te sientas un poco acosado”, interviene Covadonga Cueto.

“No queremos molestar a ningún vecino pero tener atados o en casa a nuestros animales continuamente es maltrato. Para nosotros son uno más de la familia y lo tienen que entender”, prosiguen Márquez y Cueto. “De hecho, hay soluciones muy simples que permitirían aprovechar los parques existentes utilizando únicamente el sentido común”, concluyen.