Las empresas de la comarca generan el 22% del valor añadido bruto de Bizkaia

Durangaldea tiene una importancia capital dentro del sector manufacturero de Bizkaia. De hecho es la segunda comarca industrial y con el 7% de la población genera el 22% de valor añadido bruto, mientras que la primera plaza, el área de Bilbao, aporta el 53% y el 58%, respectivamente.

Se trata, por tanto, de un área con gran potencial industrial. Para desarrollarlo surgió el Polo de Competitividad de Durangaldea, que ha adquirido en estos dos últimos años “velocidad de crucero”, según señaló el portavoz de la Asociación de Empresas del Duranguesado (AED), Antón Gorriño, en unas recientes jornadas técnicas. AED es, junto con la Mancomunidad de Durango y Azterlan-Maristas, la promotora de ese proyecto, que cuenta también con el respaldo institucional de la Diputación y el Gobierno vasco.

El Polo de Competitividad ha trabajado este año en varios frentes para transformar el tejido industrial de la comarca y hacerlo más competitivo en el mercado global. Una de las iniciativas más importantes ha consistido en tratar de que las empresas, “independientemente de su tamaño”, accedan a los programas institucionales de innovación y mejora competitiva, mediante la ayuda de especialistas. También se han impulsado foros colectivos de desarrollo tecnológico para mejorar el valor añadido, y foros sectoriales basados en jornadas técnicas sobre materias específicas. El objetivo de estos últimos ha sido que las empresas “pongan en común las dificultades e intereses comunes e invitarles a descubrir oportunidades de desarrollo sectorial”.

Gorriño explicó que para desarrollar estas acciones la entidad de promoción empresarial Behargintza, dependiente de la Mancomunidad, “ha asumido el liderazgo de animar a las empresas a participar en este proyecto, involucrando a los centros de Formación Profesional para que actúen como agentes de proximidad”.

Estos especialistas han invitado a las empresas a sumarse al proyecto y les han ayudado a desarrollar mejoras en la competitividad en 4 áreas: la diversificación del producto y el mercado; la elaboración de diagnósticos que les permitan mejorar su posicionamiento tecnológico; la internacionalización, tanto si han exportado como si no, en este caso para que comiencen a hacerlo y en el segundo ayudándoles a implantarse y hacerse un hueco en mercados extranjeros. Por último, el Polo de Competitividad está desarrollando un proyecto de estampación en caliente que “puede establecer un criterio diferencial para las empresas de la comarca”.

Mapa industrial

Paralelamente, se está elaborando un mapa industrial  de la comarca que pretende visualizar las cadenas de valor. “Es decir cómo están relacionadas las empresas de la comarca en lo que respecta al diagrama de la cadena de valor –señaló Gorriño. Hacemos hincapié en las de la zona pero sin olvidar la relación con otras empresas tractoras de fuera de la comarca”. El propósito es “establecer criterios de actuación para fortalecer los eslabones que puedan encontrarse en situación más débil”.

Gorriño indicó que se está “cazando literalmente” a las empresas para que se sumen al Polo de Competitividad, concepto a veces “difícil de entender pero que entendemos que va calando y consiguiendo su efecto”.