Aunque a algunas personas les pueda resultar incomprensible, una de las tradiciones más arraigadas de los ‘Sanfaustos’ es hacer cola el día del patrón. Cientos de durangarras esperan su turno, pacientes, para recibir un artopil (una especie de madalena con frutas que se hornea con un simbólico grano de maíz) y una bebida.
Es la forma que tiene el Ayuntamiento de Durango de obsequiar a sus vecinos el día de San Fausto y de ahí también que el reparto lo realicen los propios concejales, acompañados por los pregoneros de cada año e integrantes del Consejo de Festejos.
El llamamiento llega a través del sonido de la txalaparta y un aurresku a cargo de Jon Sarobe. Tras el reparto es el turno de Durangoko dantzariak.