La Euskal Denda contará con más de 50 expositores en su edición más “reflexiva”

La Euskal Denda de Durango, el escaparate de mayor tradición de la artesanía vasca, mostrará el trabajo de 51 expositores del 4 al 8 de diciembre en la plaza del mercado. La feria organizada por la asociación Arbaso cumple su vigésimo aniversario con la intención de reflexionar sobre su pasado y el futuro del sector.

Esta “cita ineludible” para conocer la salud del gremio artesano, contará con 16 nuevos asistentes de todo Euskal Herria. De los más de 50 expositores en total, cinco pertenecen a la comarca: la artesana en papel y cartón Anitha Mol, cuyo taller está en Elorrio, la ceramista Rosa Etxabe, el taller durangués Restaurarte -ganador del mejor stand en 2010-, la artesana Bea Unzueta y el joyero Eneko Unzalu, de Durango.

Además, también acudirán las durangarras Norone Bizkarra e Iratxe Artiach, socias de la cooperativa Artezi Tapizeria situada en Eibar.

Entre los sectores que se presentan este año, destaca la innovación del ámbito textil. Serán cinco las firmas de este campo con muestras de su labor en patchwork, tapizado, confección de ropa infantil o ropa modernista. También será novedad la fabricación de gafas de madera, materia prima que  contará con siete representantes.

Triple premio Artetsu

Siete serán también los artesanos agroalimentarios, cuatro de vidrio, siete de joyería y uno de forja. Junto a ellos un cestero y seis ceramistas. Cinco expositores más acogerán trabajos en cuero y piel. Habrá presencia de restauradores, un productor dedicado al deporte vasco, dos a la cosmética y otros tantos a la juguetería.

Junto a la presencia de los elaboradores de los productos, que ofrecerán demostraciones de su labor, el público también podrá volver a disfrutar de talleres, concursos y sorteos de vales de compra. Respecto a los tradicionales premios Artetsu Sariak, en esta edición se otorgarán excepcionalmente a tres artesanos: José Ramón Salmantón, Elena Txintxurreta y Alicia Bengoetxea.

Edición “revisionista”

Bernat Vidal, presidente de Arbaso, quiere aprovechar estas dos décadas de existencia de la feria para “analizar el pasado vivido y reflexionar sobre el futuro al que nos enfrentamos”. A pesar de que se percibe un ligero repunte en el sector vizcaíno, “ya que es una buena opción para el autoempleo, hay que dar tiempo para comprobar si estas iniciativas se consolidan”, matizó durante la presentación de la Euskal Denda.

Pero entre las consecuencias más positivas de mantenerse durante veinte años, Vidal destacó que “la gente ya nos traslada a su agenda. Tenemos un público fiel, ajeno a la Durangoko Azoka, que aprecia la calidad y la personalización que te ofrece el trabajo artesano”.

La alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, reconoció el esfuerzo de todos los involucrados en la feria. Lograr mantener un evento así, tanto tiempo, “no se logra improvisando de un día para otro, sino a lo largo de muchos años de intenso trabajo. Algo parecido a lo que ocurre con los propios artesanos, de los que vemos el producto final pero no siempre somos conscientes de todas las horas de elaboración que hay detrás”.