“En esta profesión siempre estás empezando”

El zornotzarra Gaizka Bourgeaud ha desarrollado una larga y fructífera carrera como director de fotografía de largometrajes, cortos y documentales. Mañana asistirá a la presentación en el Zornotza Aretoa de su último trabajo, ‘El legado de Ana Velasco’, una producción de 43 minutos dedicada a promocionar el Castillo de Marcilla. El montaje ha terminado esta semana y se verá en Amorebieta por primera vez. En la misma sesión se mostrará uno de sus cortos, ‘Sarean’, dirigido por Asier Altuna, junto con el producido por la cineasta local Lara Izagirre, ‘Kea’.

-¿De qué trata ‘El legado de Ana Velasco’?
-Es un encargo para la promoción del Castillo de Marcilla, que acaba de ser restaurado y el Gobierno de Navarra ha invertido mucho dinero en la obra. Lo ha dirigido Ana Murugarren y ha participado mucha gente del pueblo: costureras que han hecho un vestuario espectacular, figurantes, peluqueras… De la banda sonora también se han encargado el coro y la banda locales, y el guión lo ha escrito una joven de 17 años, Azucena Trincado. Tiene mucho mérito porque a partir de datos históricos se ha inventado la historia, los personajes y los diálogos.

-También se presenta ‘Sarean’.
-Lo hice con Asier Altuna, con el que también he trabajado en ‘Bertsolari’ y Aupa Etxebeste. Me hacía gracia enseñarlo porque es bastante desconocido.

-¿Qué otros trabajos has hecho?
-Aparte de muchos largometrajes para televisión y cine, he hecho documentales, publicidad y series. Son entre 20 y 25 años los que llevo dedicándome a esto.

De ingeniero a Hollywood

-¿Por qué elegiste esta profesión?
-Estudiaba Ingeniería y no me iba demasiado bien. Entonces Begoña Ayarza me propuso incorporarme a su productora para reparar cámaras y magnetoscopios. Luego fui a otra y comencé a trabajar de ayudante de cámara. Vi trabajar a directores de fotografía, me gustó y marché a estudiar al Instituto Americano de Cine de Los Angeles. Me lo recomendaron y resultó una muy buena experiencia. Está en Hollywood, en el centro de la industria cinematográfica. Ves todo tipo de rodajes, de maquinaria y de gente famosa. Pasé allí un par de años estudiando y haciendo trabajos, y después me instalé en Madrid.

-¿Cómo te fue allí?
-Empecé poco a poco porque no conocía a nadie. He tenido años en que me ha ido muy bien pero la crisis me ha pillado y el sector está fatal. He pasado de hacer dos o tres películas en un año a estar año y medio sin nada. Hay algunos que están comenzando a emigrar al extranjero y es una opción que también tengo bastante presente, ya que aquí esto no tiene pinta de remontar. Hay poco trabajo y mal pagado. Aunque tampoco me quejo, tengo en perspectiva un rodaje que parece que empezará en febrero en Bilbao.

–Así que el próximo año arrancas bien.
-Sí. En realidad en esta profesión siempre estás empezado. No te puedes acomodar ni pensar que estás instalado o eres reconocido. Es gratificante porque cuando te gusta lo que haces las penurias se soportan mejor.

“Las fiestas terminan aburriendo”

-¿Qué opinas del ambiente que rodea al cine, lo que se suele denominar ‘el mundillo’?
-Me gusta en lo que tiene de relación con el trabajo. Te ofrece la oportunidad de conocer a gente estupenda que de otra manera no conocerías. Sobre todo, en documentales. Por ejemplo, entrevistamos a un pelotari de 86 años que anduvo jugando por Florida y es un personaje al que merece la pena escuchar. Si te refieres a fiestas y saraos, terminan aburriendo porque al final se repiten. Aunque hay épocas en que te interesan y te divierten.

-También servirán para hacer contactos.
-Hay gente especialista en moverse en esos ambientes. A mí ya no me interesan mucho. Consume mucha energía y una vez que te conocen tampoco hace falta acudir.

-¿En qué consiste el trabajo del director de fotografía?
-En dar un estilo visual a la película. El director de la película dice lo que quiere, el director artístico propone localizaciones y decorados, y yo me encargo de la parte técnica, de los colores, del estilo de cámara, de los encuadres, la iluminación. Me encargo de dos departamentos, el de iluminación y el de cámara. Hay películas en las que es importante realzar los rostros de los actores. Algunos intérpretes cobran mucho y hay que sacarles jugo. Pero que se les vea guapos e interesantes también es un esfuerzo de maquilladoras y peluqueras. Si la película es de suspense hay que buscar que la ambientación sea la apropiada. Lo mismo si se trata de una comedia romántica. En cada película intervienen distintos aspectos. En algunas, trabajar rápido es lo más importante.

-¿En qué casos se pide celeridad?
-En series de televisión. Hay equis días para hacerlas y cada capítulo hay que rodarlo en un máximo de 9 días. Con los largometrajes también ocurre cada vez más. Un largo se puede hacer en 12 semanas o en 3 ó 4. Si tienes entre 8 y 12 vas tranquilo, pero si te piden 3, 4 ó 5 toca correr todos los días. A mí siempre me toca correr y dentro de las prisas hacer las cosas lo mejor posible. Hay que intentar cumplir el plan de trabajo porque cada día de más cuesta mucho dinero.

ZORNOTZAN. Noticias de Amorebieta