El Polo de Competitividad mantiene su apuesta por el sector de la estampación

La segunda edición del curso avanzado de estampación promovido por el Polo de Competitividad, con la financiación de Lanbide, arrancará el lunes. Doce ingenieros volverán a recibir 1.000 horas de formación sobre una tecnología que ha conseguido que el sector de la estampación sea el de mayor impacto económico para Durangaldea.

Ocho de los doce alumnos que participaron en la primera edición se encuentran ya trabajando. “En realidad deberían haber sido once”, puntualizó Rafa Peñafiel, coordinador del curso junto a Maider Muro, al recordar que tres de ellos iban a ser contratados en un momento en que bajó un poco la producción. “Afortunadamente, las previsiones para este año son buenas”, añadió.

También acudió a la presentación del curso el responsable de formación de Lanbide, Txema López, quien hizo referencia a que, pese al “importante esfuerzo económico que representa este proyecto, “vamos seguir apoyando a las empresas para salir de la crisis y también vamos a mantener nuestra labor de cualificar personas”.

Implicación de las empresas

El curso que ofrece el Polo de Competitividad, organismo en el que participan la Mancomunidad de Durango a través de de Behargintza y la Asociación de Empresas de Durangaldea (AED), se divide en dos bloques de formación teórica-práctica, de 400 horas cada uno, y otras 200 horas dedicadas al desarrollo de proyectos en empresas. La coordinación corresponde al centro tecnológico IK4-Azterlan  de Durango.

Esta iniciativa se puso en marcha tras realizarse un diagnóstico sobre las necesidades de las empresas de la comarca. Esta segunda edición ha sido posible debido a la implicación de estas últimas y a los buenos resultados obtenidos en el primer curso, tanto  desde el punto de vista de “una formación de primer nivel”, destacó el portavoz de Azterlan, Julián Izaga, “como de incorporación al mercado laboral de buena parte de los ingenieros participantes”.