Un mundo más igualitario

Hace exactamente cien años, comenzó a conmemorarse el 8 de Marzo. Fue después de que el 27 de agosto de 1910 la segunda Internacional Socialista de Mujeres estableciera en Copenhague esta fecha como día de movilización internacional a favor de los derechos de las mujeres y para exigir el sufragio universal femenino.

Desde entonces, infinidad de movilizaciones con ésta nos han precedido en todo el mundo y en todas las épocas y es gracias a todas esas mujeres que se unieron para hacer un mundo más igualitario por lo que nosotras podemos disfrutar ahora de los derechos que tenemos. Muchas jóvenes piensan que nos han sido dados gratuitamente. Nada de eso. Han constado sangre, sudor, lágrimas… y desprecio. Las que no sois tan jóvenes recordaréis que hasta hace bien poco ser feminista era sinónimo de todo lo peor.

Siguiendo esa larga cadena de valientes mujeres que nos han precedido, un año más nos reunimos las duranguesas para seguir revindicando la igualdad con la que ahora contamos, pero también para recordar que aún queda mucho por hacer para erradicar el machismo de nuestras mentalidades y nuestras vidas.

A pesar de que oficialmente las mujeres hace décadas que hemos accedido al mercado  laboral, los empleos menos valorados y los peor remunerados siguen estando asociados a la condición femenina. Y ahora mas que nunca con la crisis económica la precariedad sigue teniendo cara de mujer. A esto le añadimos el acoso sexual, la inflexibilidad de horarios para la conciliación familiar y laboral, la minoría de mujeres en los puestos de dirección… Rompamos todos los techos de cristal que nos han impuesto desde la infancia para seguir volando hacia la igualdad.

No hay que olvidar, la pesadilla de la violencia machista que se cobra víctimas día sí, día también. Violencia que se empieza a sembrar ya entre los jóvenes desde las primeras relaciones y de la que, desgraciadamente, ni ellas ni ellos son conscientes al confundirlas con el amor.

Celebremos, pues, que somos más iguales, pero sin olvidar que la situación de la que nosotras disfrutamos aquí y ahora dista mucho de estar generalizada en este planeta global característico del siglo XXI. Todavía hay en el mundo llamado pobre muchas mujeres condenadas al analfabetismo, a una vida de prostitución desde niñas, a ser violadas en multitud de guerras sin sentido, a ser lapidadas a consecuencia del fundamentalismo religioso, a no poder gestionar su  fertilidad… y a muchas injusticias más.

En fin, celebremos, pero no olvidemos a las que están peor que nosotras. Preparemos un mundo mejor para las que vendrán por detrás. Como lo hicieron las feministas que nos precedieron, dejando literalmente sus vidas en el empeño.

Gora Emakumeon Borroka!

Durangoko Plataforma Feminista