Agradecimiento a la Residencia Barandiaran

En nombre de mi madre y hermanos quiero transmitir, públicamente nuesto más sincero agradecimiento a la Residencia Barandiaran de Durango.

Hace cuatro años tuvimos que tomar una de las decisiones más duras de nuestra vida. Ingresar a mi padre de 75 años en una residencia. Comenzaba el camino hacia una demencia que poco a poco le fue deteriorando, no sólo mentalmente, sino físicamente.

Durante estos cuatro años ha estado cuidado con buenos medios y, sobre todo, mucho cariño. Encontró un hogar y una familia, y nosotros un continuo apoyo psicológico ante la triste realidad de ver a tu padre apagándose poco a poco.

En esta familia tengo que incluir a auxliares, enfermeras, médicos, psiquiatras, directora, personal de administración, personal de limpieza, enfermos, familiares de enfermos, en fin, no quiero dejarme a nadie, porque todos han sido una parte importante en la vida de mi padre.

Estas dos últimas semanas han sido muy duras. La enfermedad de mi padre le ha jugado una mala pasada. Había llegado el momento de dejarnos y, en los últimos cinco días en los que se agarraba a la vida para no hacerlo, ha sido tal el apoyo que hemos recibido por parte de todos los componentes de esta gran familia que lo que debería haber sido un drama,se ha convertido en una dura pero bonita despedida aceptada por todos nosotros.

“Aita se tiene que ir, despediros de él y decidle todo lo que queréis que escuche porque el oído es el último sentido que se pierde”. Hemos encontrado tanta humanidad en tantas personas que yo personalmente me siento afortunada de haberos conocido.

Gracias una vez más, hacéis un papel tan importante que quiero que seáis conscientes de todo lo que aportáis.

La familia de Jose Ramón Palacio os estará eternamente agradecida.

Gracias familia.

Firmado: Arantza Palacio