Balsámica victoria para un Tabirako que empezaba a notar el peso de las derrotas

El Tabirako Baqué ha roto la mala racha tras encadenar cinco derrotas consecutivas ante el Fundación Baskonia gasteiztarra, que se plantaba en Durango como farolillo rojo de la categoría. La victoria por 81-64 le ha llegado al Tabi en un momento inmejorable para levantar los ánimos, aunque no le vale relajarse, ya que esta semana visita al líder y el equipo todavía debe mejorar en diferentes aspectos de juego.

Desde el salto inicial el Tabirako Baqué se hizo dueño y señor del partido. La intensidad defensiva de la que tanto estaba careciendo el equipo en los últimos encuentros reapareció para convertirse en la clave del partido. Aunque dicha defensa está todavía muy lejos de su mejor versión- los diversos fallos durante todo el partido así lo confirmaron- sirvió para dejar en ocho puntos a su rival al término del primer cuarto, que acababa con 19-8 a favor de los cafeteros.

En el segundo cuarto las cosas se torcieron levemente para los de Tomás, que se encontraban con muchas dificultades para anotar y con el jugador número siete del Fundación 5+11 en estado de gracia desde el perímetro. Además, los jugadores interiores locales empezaban a cargarse de faltas, lo que complicaba un poco más la situación. La gran ventaja cosechada en el primer asalto se vio reducida al mínimo al término del cuarto, que acabó con 30-25. Viejos fantasmas aparecieron entonces al recordar la forma en la que el equipo había ido perdiendo ventaja hasta perder inexplicablemente algunos partidos. Pero la cosa no trascendió.

Partido completo de Agirre

En los dos cuartos restantes la hegemonía del Tabirako Baqué reapareció y los durangueses sentenciaron el partido por la vía rápida, gracias, entre otras cosas, al completo partido de Mikel Agirre. El último cuarto fue un mero trámite para los cafeteros, ya que los gasteiztarras dependían únicamente de las individualidades de dos de sus jugadores. Por tanto, se llegaba a la conclusión de un partido que nunca peligró para los locales con 81-64.

Balsámica victoria para un equipo que empezaba a notar el peso de tanta derrota consecutiva, y al que el enfrentamiento contra el colista le ha llegado en un momento inmejorable para levantar los ánimos.

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