Acusan al Ayuntamiento de no haber actuado en la muerte de una perra por un golpe de calor

‘Shiva’ era una boxer de tres años que falleció tras permanecer encerrada en la furgoneta de una empresa con sede en Durango especializada en el transporte de animales. Según el informe veterinario, “ingresó muerta como consecuencia de un cuadro de hipertermia producido por el confinamiento en un vehículo en un día con altas temperaturas”. Sus dueños, vecinos también de la localidad, interpusieron una denuncia en el Ayuntamiento que, año y medio después, no se ha resuelto.  

Amalia y Miguel Angel contrataron los servicios de una empresa de mensajería en agosto de 2012. Viajaban a Sevilla de vacaciones y querían que ‘Shiva’ fuera trasladada. La perra había pasado revisión veterinaria el día anterior “y se encontraba en perfecto estado”, en palabras de María González, la abogada especialista en Derecho Animal que lleva el caso.

Apenas dos horas después de dejar al animal recibieron la llamada del transportista, “que se encontraba muy nervioso”, diciéndoles que la perra se encontraba mal. Volvieron a llevar a ‘Shiva’ a casa y, siguiendo las indicaciones telefónicas de un veterinario, le mojaron con una manguera y le practicaron la respiración asistida. La temperatura corporal de la perra era de 42 grados.

La Ley vasca de Protección Animal establece en su artículo 6 que los animales deben ser transportados en medios concebidos para protegerles tanto de la intemperie, como de diferencias climatológicas acusadas, debiendo ser observados “a intervalos convenientes”. Como este artículo es reproducido por la ordenanza municipal de Durango sobre tenencia de animales y los dueños de ‘Shiva’ consideran que la empresa contratada lo vulneró, interpusieron una denuncia administrativa ante el Ayuntamiento instándole a que abriera un expediente y suspendiera cautelarmente la actividad de transporte de animales por parte de la compañía hasta que se resolviera el caso.

“Expediente incompleto”

En noviembre de 2012, la institución local inició un procedimiento sancionador contra la empresa por presunta infracción grave de la Ley de Protección Animal. No obstante, a partir de ahí, el expediente se ha mantenido paralizado a pesar de “los numerosos escritos formales dirigidos durante un año a los servicios municipales solicitando información al respecto, de las llamadas telefónicas al instructor, de los mensajes sin atender, y de que incluso la propia Diputación Foral de Bizkaia indicara al Ayuntamiento su competencia sobre este caso. La única respuesta obtenida ha sido un rotundo y frustrante silencio”.

Ante esta actitud, la abogada de la pareja acudió a la Casa Consistorial y descubrió “un expediente incompleto, irregular y absolutamente abandonado, en el que ni siquiera constaban los escritos presentados durante más de un año por los dueños de Shiva”. De hecho, el procedimiento no ha sido dado por finalizado ni formalmente archivado.

“Indefensión” por la inactividad del Ayuntamiento

“El Ayuntamiento de Durango simplemente dejó de atender este caso y, con él, las repetidas solicitudes de Amalia y Miguel para que su denuncia fuera resuelta”, señala González. La abogada añade que sus clientes han sentido una “gran indefensión” ante “la inactividad de la Administración pública” tras casi dos años “de paciente insistencia cumpliendo con sus obligaciones legales”.

A Amalia y Miguel Angel también les ha “indignado” el hecho de haber leído noticias sobre la modificación de la ordenanza de animales de Durango en los últimos meses . En concreto, aseguran no entender cómo su Ayuntamiento “no tiene problemas en imponer multas a los dueños que no recogen los excrementos de sus perros o que los pasean sin correas, pero sí elude la sanción de otro tipo de infracciones de esta normativa relacionadas con el maltrato de los animales”.

Por todo ello, y con el propósito de denunciar “la insensibilidad e irresponsabilidad demostradas por el Ayuntamiento de Durango”, la pareja ha decidido hacer público su caso ahora. Quieren así honrar la memoria de ‘Shiva’ y procurar que no se repitan situaciones de este tipo.