“Entre todos se pueden conseguir los milagros”

Naiara García de Andoin no pierde la sonrisa, contagiando su esperanza y su entusiasmo a quienes le rodean. La madre de los tres niños vizcaínos con el síndrome de Sanfilippo se ha acercado esta mañana hasta Durango para recibir los 3.300 euros recaudados a través de un torneo solidario promovido por el Ezkurdi kirol taldea.

La primera en tomar la palabra en la rueda de prensa ha sido la alcaldesa, Aitziber Irigoras, quien ha agradecido a los organizadores, a los participantes y a los espectadores del primer Torneo Goles para Sanfilippo “que nos hayáis hecho más permeables a esta enfermedad”.

Como portavoz del Ezkurdi kirol taldea, Kevin Doyle ha hecho hincapié en “la respuesta” que Durangaldea ha dado a la iniciativa. “Era mencionar Sanfilippo y todo el mundo estaba predispuesto”.

El torneo transmitió entusiasmo y las gradas del polideportivo de Landako se llenaron. “No recuerdo una entrada igual. El ‘poli’ estaba hasta arriba. Fue una gozada”, ha añadido el periodista durangarra.

“Te carga las pilas”

Naiara García de Andoin también ha dedicado parte de su intervención a dar las gracias. “Es un honor que un pueblo como Durango se haya involucrado con una madre como yo. De hecho, que la gente se vuelque así te carga las pilas, por mucho que hayan sido unas Navidades agotadoras”, ha reconocido.

A lo largo del pasado mes de diciembre, la plataforma Stop Sanfilippo puso en marcha una serie de iniciativas encaminadas a recaudar los 3 millones que se precisan para realizar un ensayo clínico que dé esperanza a los niños con este síndrome. Hasta el momento se han conseguido cerca de 500.000 euros, una cantidad con la que se podría “empezar a trabajar”, puntualiza la madre, plenamente convencida de que la investigación se realizará más tarde o más temprano.

“De lo que nos hemos dado cuenta con todo esto es de que, entre todos, se pueden conseguir los milagros”. Mientras éstos llegan, Naiara seguirá esforzándose por cuidar sin descanso de los tres ‘peques’ porque, tal y como ella misma remarca, “la enfermedad no da tregua”.