URA eliminará la presa bajo el puente del Montón para frenar las crecidas del río Ibaizabal

La Agencia vasca del Agua eliminará la presa de Mendizabal en el río Ibaizabal, bajo el puente del Montón, para reducir el riesgo de inundaciones en zonas aledañas de Durango y Iurreta. Esta medida ya estaba incluida en el protocolo de actuación que URA y el Ayuntamiento de esta última localidad firmaron en 2023 para proteger su casco urbano de la “recurrencia natural de las crecidas”, cuya afección aumentó por estrechamientos y obstáculos presentes en el cauce.

Aunque por el momento se desconoce cuándo se acometerán las obras y el presupuesto que se destinará al derribo del azud, la alcaldesa de Durango ha explicado que esta presa forma parte del catálogo de elementos de interés que recogen las Normas Subsidiarias. Por tanto, como primera medida, y teniendo en cuenta que esta estructura hidráulica no tiene “ningún interés especial”, en palabras de Mireia Elkoroiribe, se modificará esa calificación.

La demolición de azudes y pequeñas presas, especialmente en los casos donde están en mal estado, permite que los ríos vuelvan a fluir naturalmente y aminora el riesgo de inundaciones. Además, no sólo favorece que los peces migren y se reproduzcan, sino que reduce la sedimentación y mejora la calidad del agua lo que también beneficia a flora y fauna acuáticas.

Elkoroiribe ha destacado que la intervención protegerá de las crecidas al caso urbano de Iurreta y a zonas de Durango próximas al barrio San Ignacio. “También nos hacen especial ilusión los beneficios ambientales que la medida va a generar en el Ibaizabal y en la migración piscícola de especies como la trucha y la anguila”.

Oromiño

URA restauró en junio un tramo del río Oromiño, a su paso por el Barrio Fauste de Iurreta. El propósito de la actuación era “estabilizar y revegetar la margen izquierda” para detener la erosión tras el desprendimiento al cauce de varias piedras de la escollera.

Desde la Agencia Vasca del Agua explican que las escolleras son un apilamiento de piedras de gran volumen con la que se forma una defensa de la margen del río. “Normalmente se disponen en tramos de ríos cuyas márgenes han sido ocupadas o donde no hay suficiente cobertura de vegetación de ribera que consolide la margen”.

En el caso del río Oromiño, al caer parte de la escollera, el río erosionó de forma natural sus márgenes. La obra supuso una inversión de 28.154,36 euros (IVA no incluido) y se ejecutó en dos semanas.