Una nueva derrota deja tocado al Tabirako Baqué

El Tabirako Baqué se enfrentaba el sábado en casa a un partido de vital importancia ante el Centro de Estudios Mikeldi, tras encadenar tres derrotas consecutivas. No obstante, el encuentro concluyó con el marcador en contra y los durangarras encajan una nueva derrota que deja muy tocados a los jugadores que ven cómo la prometedora primera vuelta se está truncando en los últimos compromisos ligueros.

La victoria se antojaba esencial para un equipo que se ha visto muy perjudicado con las diferentes bajas que está sufriendo desde Navidades, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Otra de las preocupaciones del equipo era la carencia de buen juego que se podía atisbar en los últimos encuentros.

Desde el minuto uno se vio que el Tabirako Baqué  salía al campo a por todas, a intentar revertir la situación actual, imprimiendo velocidad al juego y apretando mucho a los jugadores del Mikeldi, que se veían sorprendidos ante la fulgurante salida del rival, lo que daba cierta ventaja a los locales en los primeros compases del choque. Aun así, el partido se iba equilibrando a medida que pasaban los minutos, acabando el primer cuarto el Tabirako dos puntos por delante en el marcador.

Lesiones y compromisos profesionales

Los restantes tres cuartos transcurrieron de la misma forma, con un marcador ajustado, pero siempre favorable a los bilbaínos por unos pocos puntos. Además, los tres triples casi consecutivos de Iñigo Igarza y el destacado partido de Xabi Bereziartua y Mikel Agirre no fueron suficientes para dar alcance al Mikeldi, ya que cada vez que los durangueses se acercaban, el acierto del jugador número once, entre otros, desbarataba los intentos locales.

El marcador final reflejaba 71-78, lo que impide al Tabirako Baqué salir de la espiral de malos resultados que lleva cosechados en lo que llevamos de año.

Poco más se le puede pedir a la actitud del equipo, que no puede sino resignarse ante la situación que vive  semana tras semana, viéndose obligado a trabajar bajo mínimos debido a las lesiones o a los compromisos profesionales de los integrantes del grupo. Aun así, no todas las culpas son ajenas al equipo, que entre otras cosas, debe mejorar y mucho el porcentaje de tiros libres durante los partidos si quiere llevarse los encuentros apretados.

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