Ordenado el desalojo de once casas de Astepe ante el riesgo de desplome por termitas

El riesgo de “colapso” de once viviendas ubicadas en la barrio Astepe de Amorebieta-Etxano, que están seriamente afectadas por las termitas, ha llevado al Ayuntamiento a decretar el desalojo de las residencias. Algunos de los afectados acudieron al pleno para reclamar “soluciones y evitar que nos dejen en la calle”, aunque reconocieron que la medida se adoptó “para garantizar nuestra seguridad”.

Tras reclamar el realojo, los vecinos mostraron su disposición a “acampar en la plaza del Ayuntamiento porque no tenemos a dónde ir”. Los afectados expresaron también la imposibilidad de acceder a una vivienda en alquiler que les supondría un gasto superior a los 500 euros, “porque cobramos unos 800 euros del RGI para cada familia. Y tampoco podemos pagar las tres mensualidades de adelanto que nos piden”.

Para hacer frente a la situación y tratar de realojar de urgencia a los afectados, el alcalde de Amorebieta-Etxano, David Latxaga ha mantenido diversos contactos con la viceconsejera de vivienda, Covadonga Solaguren, y con representantes de Alokabide y Bizigune. Sin embargo, “las soluciones provisionales de realojo difícilmente podrán ser efectivas antes de un mes”, indicó el alcalde zornotzarra.

La situación de las once familias afectadas por el desalojo es un puzzle de difícil encaje, que Latxaga definió como “extremadamente complicado y difícil”. Algunos de los residentes están en régimen de alquiler, otros son propietarios y algunos están pagando hipotecas. Además “algunos de los afectados han abandonado sus casas y se han realojado por sus propios medios”, aseguró.

“Malas condiciones”

El problema de las tres edificaciones que ocupan las once viviendas ubicadas al borde de la carretera que conduce a Lemoa, se detectó el pasado 31 de julio al desplomarse un falso techo. Según indicó Latxaga, la visita realizada al día siguiente por los técnicos dejó en evidencia “las malas condiciones en las que se encontraban algunas de las viviendas”, con estructura de madera y con numerosas reformas realizadas sin licencia. “

Las catas realizadas en las viviendas a mediados de septiembre confirmaron la afección de la estructura y encaminaron las sospechas a la acción de las termitas. Este extremo fue confirmado poco después por técnicos de la empresa Tecma que según Latxaga, señalaron que “el grado de afección de las viviendas era total” y añadió que “aunque las vigas parecían estar bien por fuera, las termitas se habían comido el interior y estaban huecas”.

La precaria situación de las viviendas llevó a los responsables municipales a reunirse con los vecinos afectados a quienes se expuso los riesgos existentes. Latxaga reconoció en tras la reunión mantenida a mediados de este mes se les expuso la necesidad de desalojar las casas antes del finales de octubre y se les concedieron otros quince días para retirar sus enseres.