Retrato de familia

No, no esperen de este reportero de tres al cuarto un retrato de la familia real como el que le hizo a la familia de Carlos IV un tal Francisco de Goya, ni un retrato de la feliz familia de su sucesor en el trono Felipe VI… Me conformo con retratar una familia de éstas que ayer era “sociedad del bienestar” y hoy dicen los políticos que las gobiernan que estamos a punto de recuperarla. Una familia que otros califican en la jerga de hoy en día como “de clase media” en la cual clase media nos incluyen a todos menos a unas pocas del bilbaino Neguri, del barrio madrileño de Salamanca o del barcelonés de Pedralbes, donde ha vivido temporalmente, muy temporalmente, la familia Urdangarín- Borbón.

La familia de mi retrato está presidida por aitite Patxi y amama Irune, por decir algún nombre. Vascos de toda su vida laboral, que es lo que cuenta para nuestro relato. Llevan apenas unos años de jubilados y doy fe de que han trabajado duro los dos desde que dejaron EGB.

Su primera hija, empleada de unos grandes almacenes en los tiempos de bonanza, se separó de su pareja y tuvo un segundo compañero, un joven informático con tienda propia y escasos ingresos, de cuya unión nació un niño que anda todavía en preescolar. Pero su segunda pareja se fue con otra, y ella intenta rehacer su vida de madre soltera con su hijo. Para lo cual ha vuelto al lado de sus padres, ha solicitado la ayuda de la administración vasca, y hace trabajos esporádicos cubriendo bajas y tareas que surgen aquí o allá, a salto de mata.

El segundo hijo, separado también y con un niño al que atiende la madre, se volvió a casa de sus padres sin trabajo.

La tercera no plantea problemas especiales, salvo los de atender a sus dos hijos mientras él y ella trabajan. De noche, la pareja se turna para atender los insomnios de los dos bebés.

De noche y de día, aitite Patxi está permanentemente “al quite” para atender al hijo de la primera hija, al que estos días despierta a las 7 de la mañana y luego lleva al colegio. Hasta hace poco atendía al segundo hijo de su tercera hija toda la mañana, con la ayuda de la amama. Y anteriormente al primero…

Vamos, que lo de la jubilación de aitite y amama es no parar, trabajar a destajo, hacer papillas, dar de comer a los nietos, llevarlos de paseo, cambiarles los pañales y hacerles fiestas con o sin ganas. A más de tapar agujeros en las economías de los dos hijos separados y desempleados…

Más o menos, este podría ser el retrato-robot de esa familia “de clase media” de la que hablan nuestros sociólogos bien enterados. Un retrato de vivir sin vivir, de trabajar y velar sin tiempo para rascarse la nariz, de medir al céntimo los ingresos y los gastos y llegar a tiempo para pagar hipotecas, electricidad, impuestos estatales y municipales, etcetera, etcétera, etcétera…

Retrato de una sociedad de bienestar que se fue y dicen que volverá, pero de momento se hace esperar, y seguro que cuando les llegue la jubilación va a coger a nuestros jóvenes padres de esta joven generación de entre 30 y 40 años reventados de trabajar y no disfrutar. Y con una pensión de jubilación en el aire…

Esta es la otra cara del desempleo si hablamos de la franja de desempleados de entre los 30 y 40 años, que no consta en las estadísticas, familias en crisis que arrastran en la trastienda de sus vidas, un paisaje de frustración, de querer y no poder construir un hogar estable, un nidito de amor caliente y acogedor; y más atrás todavía, un trasfondo de aitites y amamas que tienen que sustituir su ideal de descansar y disfrutar, de viajes del Imserso y temporadas en Benidorm, por el cuidado de los nietos y además estirar su pensión para dar cobertura a los problemas económicos de sus hijos en situación de desempleo.

Dicen que la natalidad en Euskadi está bajo mínimos. Que menos mal que los inmigrantes siguen haciendo hijos a cascoporro y así mantenemos la natalidad en Euskadi a unos niveles más o menos europeos. Porque con este panorama, resulta un poco difícil animarse a procrear…

Lehendakari Urkullu, si ve usted algún día al señor Rajoy explíquele lo de las familias de Euskadi, porque parece ser que esta Euskadi que según él forma parte de España le resulta desconocida, vamos, que no existe. Dígale que sí, lehendakari Urkullu, que lo del bienestar se fue y de momento no se le espera… Que las familias jóvenes de la clase media de Euskadi y sus padres jubilados las están pasando canutas…

Honorio Cadarso es periodista