Obispas en Inglaterra

37 obispos, 162 clérigos, 152
seglares votaron a favor del acceso
de las mujeres a la dignidad de
obispas en la Iglesia anglicana. En
contra se posicionaron dos obispos.

Porque en la Iglesia anglicana,
al contrario que en la católica o en
la ortodoxa oriental, hay un
consejo o senado que toma
decisiones muy importantes como
ésta con los votos de obispos,
clérigos y seglares. Votos que
tienen todos el mismo valor.

Nada de Sacros Colegios
Cardenalicios, nada de Sínodos o
Concilios de obispos, las opiniones
de los cristianos de a pie pesan
también en el gobierno de la
Iglesia de Inglaterra.

En votaciones anteriores no se
obtuvieron los tres tercios
necesarios a favor del
nombramiento de obispas, más
aún, en el año 2012 los
tradicionalistas que se oponían
amenazaron con pasarse a la
Iglesia católica si triunfaba la tesis
de la consagración de mujeres
obispas.

De todos modos, ya se habían
adelantado los anglicanos en otros
países de cultura inglesa, y desde
años anteriores hay mujeres
obispas en Australia, Nueva
zelanda, Estados Unidos, Canadá y
Suiza.

En un país como el nuestro, de
mayoría católica o agnóstica,
resulta pintoresca una historia
como esta; allá los creyentes
cristianos con este debate, desde
una óptica laica uno no puede
menos de alegrarse de que las
mujeres hayan conquistado en
Inglaterra un territorio más para la
igualdad y equiparación de sexos,
y lamentar que en el ámbito de la
iglesia católica las mujeres sigan
vetadas para la función sacerdotal.

Por su parte Roma, a través
del director del diario oficial del
Vaticano, ha lamentado la decisión
de la Iglesia de Inglaterra, que
hará más difícil todavía la unión de
los cristianos tan deseada por el
Papa Francisco y por los mismos
anglicanos.

Creyentes y no creyentes,
demócratas de cualquier idea
religiosa o no, nos toca aplaudir el
talante democrático y dialogante
de los cristianos y de la iglesia
anglicana. Una Iglesia que critica
duramente la falta de atención a
los más desfavorecidos de la
sociedad por parte del gobierno
inglés, una Iglesia cuyo obispo
Desmond Tutú luchó en primera
fila por la erradicación del
apartheid en Sudáfrica, y ha
abierto a las mujeres el acceso al
sacerdocio hace ya 20 años.

Honorio Cadarso es periodista