La Unión Europea vista desde un coche Estancona

El “Estancona”, primer coche fabricado
íntegramente en España hacia
1960, pero rechazado por los poderes
fácticos de Madrid y Europa,
podría ser el símbolo del papel
que esta jugando esta piel de toro en la UE, y
el por qué y cómo este
país se ha convertido en el
vagón de cola de Europa.

Malos tiempos para Angela Merkel y
Volkswagen, ahora que se ha destapado el
fraude del motor trucado del popular coche
alemán y sus peligrosas emisiones
contaminantes que afecta. según dicen,
a 11 millones de coches, de marca tanto
Volkswagen como Seat y otras.

Mientras Estados Unidos apenas cuenta con
un 3% de coches movidos por motor de gasoil,
mientras el país norteamericano
acelera sus planes para sustituir las
energías fósiles por
energías limpias, y China se propone
alcanzar la primera la implantación del
motor eléctrico en todo el sector de la
automoción, Europa, bajo el imperio de
Volkswagen y la “Kaiser” Merkel se mantiene
firme en el apoyo al motor diésel, en
apoyar esta energía con una baja
fiscalidad, y en hacer la vista gorda ante el
trucaje de sus motores. La UE se plega a las
conveniencias e intereses de Alemania y de
Volkswagen, según parece, y el
gobierno de España, que primero
anunció que se iban a reclamar a
Volkswagen daños y perjuicios, luego ha
rectificado y ha explicado que Volswagen
actúa dentro de la legalidad, no
podemos reclamarle nada. Muy diferente de
los ataques que desde las más altas
instancias de USA dirigen a la firma
Wolkswagen y sus responsables.

Y aquí entran unas consideraciones
sobre la historia de la Unión europea y
de su industria automovilística. Sabido
es que hoy Euskadi es una potencia mundial de
primer orden el sector de las industrias
auxiliares del automóvil, y que
suministra piezas mecánicas y de
carrocería a todo el mundo, desde
Japón hasta Detroit, pasando por
China, la India y toda la UE. Y que esa
producción vasca está
implantada principalmente en el
Duranguesado.

Vale la pena recordar que la historia viene
de lejos, desde lo años 1950 y 1960, y
arranca en los talleres de la empresa
duranguesa Duñaiturria y Estancona.
Aquí se construyó el primer
prototipo de un coche cien por cien
autóctono y una furgoneta. La empresa
necesitaba el “visto bueno” del gobierno de
Madrid y el General Franco, el ministro navarro
del movimiento José Luis Arrese
prestó todo su apoyo a esta demanda
ante el gobierno. El mismísimo General
Franco pudo pasear en uno de los prototipos de
Estancona, que llegó a matricularse.
Franco dio su conformidad a la puesta en
marcha del proyecto de la empresa
duranguesa, pero frente al proyecto dee
Estancona prevalecieron el intento de Renault
de instalarse en Valladolid, y otras firmas
extranjeras.

Más tarde, Fiat promovió la
instalación de Seat en Martorell, junto
a Barcelona, y más tarde Citroen en
Vigo, y Peugeot y Ford en Valencia, y firmas
japonesas, etc. etc.

España se convirtió en
terreno virgen a colonizar por las marcas
europeas, americanas y japonesas. La
competencia se ha endurecido, y con el mismo
ritmo que Alemania se ha hecho con el poder
absoluto en la Unión Europea, las
marcas de coches alemanas han conquistado
seguramente el primer puesto en el mercado
español. Y de paso han impuesto la
contaminación del diésel, el
trucaje de los motores Volkswagen, y la
inmunidad ante sus manipulaciones.

Nadie nos impedirá asegurar que el
coche Estancona durangués hubiese
tenido vía libre. Hoy estará en
condiciones de competir con todas las marcas
de prestigio mundial, y quizá de liberar
a la industria del automóvil del imperio
de los combustibles fósiles y la
contaminación consiguiente, y de
impulsar la energía limpia y la
electricidad aplicadas a la automoción.

Todo sea por la unión de Europa,
en condiciones de igualdad de derechos y de
obligaciones con todos los pa??ies de este viejo
y podrido continente.

Honorio Cadarso es periodista