Banner en desktop Banner en moviles
Mañariko Udala
FP Zornotza
Maristak Durango
Amorebieta-Etxanoko Udala

Familia, cajón de sastre

Tal vez la única
definición de familia
sería la de unidad
mínima de convivencia
humana; o también
célula del organismo
llamado género humano.
Menos válida y
unívoca sería la de
unidad de convivencia basada en el
afecto y el sex-appel o tendencia
sexual, que partiendo de dos
personas de sexo diferente o del
mismo sexo adquiere una cierta
estabilidad en el tiempo y puede
multiplicarse en un número
indeterminado de hijos, y pueden
agregársele parejas de la
generación anterior.

Si es verdad que en muchos
casos, tal vez en la mayoría
de los casos, la convivencia de
sexo se produce entre uno y una
(uno y uno, una y una si se trata
de parejas no hetero), sin
embargo, en función del
status económico y social
del varón,  se repiten
a lo largo de diferentes culturas las
convivencias entre uno y varias o
muchas, hasta llegar a la
fórmula super del
harén.

La familia, las diferentes
fórmulas de familia, son a
la vez la unidad mínima de
trabajo en común y
consumo colectivo; y aquí
las fórmulas de
distribución del trabajo y del
consumo se multiplican por
millares; porque hay familias en
las que el trabajo compete
exclusivamente a la mujer, y al
hombre la holganza; hay familias
donde las labores del hogar
competen en exclusiva a la mujer,
así como el cuidado de los
hijos. Y en versión
ultramoderna hay familias en las
que la mujer realiza los trabajos
del hogar y el cuidado de los hijos
y además trabaja fuera.

Y si nos referimos al consumo,
hay familias en las que las
decisiones económicas y el
uso de los recursos
económicos competen en
exclusiva al varón, otras en
las que las decisiones se
comparten; familias en las que el
varón se lleva en el reparto
la parte del león y la mujer
la parte del cordero.

Y luego, en general, hay
familias patriarcales, y familias
matriarcales, en las que la
autoridad es patrimonio de la
esposa o del esposo. Hay familias
en las que la vida sexual es
controlada hasta el cien por cien
por el macho. Y cualquier
infidelidad es castigada con la
lapidación, la horca y otras
formas de asesinato.

Ocurre también que la
función o derechos de los
hijos se ven sometidos a
regímenes contradictorios:
o bien se casa a los hijos
según el mandato de los
padres, o bien son ellos los que
eligen su pareja; o bien se les da
estudios y oportunidades, o bien
se los vende como
mercancía y propiedad de
los padres…Y si se trata de las
hijas, se las alquila para el
comercio sexual en lupanares del
mundo entero.

De hecho a a lo largo y ancho
del universo hay tendida toda una
red de prostíbulos para
negociar con los cuerpos y el sexo
de niñas y niños. Los
cuales, arrancados de su familia
por unos céntimos o
violentamente, no tendrán
derecho a formar su propia familia.

También hay familias
que se desentienden del cuidado
de los hijos, algo que estuvo muy
de moda en la sociedad europea
del siglo XVIII, y se las da a cuidar
a mujeres por un salario…

La sexualidad como disfrute y
actividad creadora de nuevos seres
está también
expuesta a interpretaciones y
prácticas muy
variadas. Porque hay
fórmulas de contrato entre
la pareja que se une en
matrimonio para toda la vida. Y
hay también, cada vez
más, parejas que se
forman “hasta que encuentre o me
encapriche por otra pareja, en cuyo
caso nos divorciaremos”.

Hay familias que engendran
hijos sin límite, hay familias
que recurren al aborto, en plan
salvaje o en plan clínica, y
hay familias que se valen de
métodos reconocidos para
el control de la natalidad.

Porque ocurre otro
fenómeno con la familia.
Bajo el pretexto piadoso de
protegerla, el estado, los estados,
y lo mismo que los estados las
religiones, se empeñan en
legislar y decidir lo que pueden o
no pueden hacer las parejas y las
familias, en legislar sobre el
disfrute del sexo y la fecunidad…
En decidir si se amputa el
clítoris a las mujeres o no.

Y entonces ocurre que algunos
estados efectivamente protegen y
tutelan la libertad de las familias
para vivir a su aire, les
proporcionan los medios necesarios
para cumplir sus funciones con los
hijos. Pero lo más frecuente
es que los estados avasallen a las
familias y les hagan cada
día más
difícil su desarrollo y su
bienestar.

Es decir, que en el reino de los
hombres se reproduce de alguna
manera la variopinta vida sexual y
actividad reproductora del mundo
animal. Hay parejas de uno con
una, como las
cigüeñas, hay harenes
del macho dominante que aniquila
a todos sus competidores, o bien
matándolos o bien
venciéndolos, y se declara
dueño de un inmenso
harén, como los ciervos o
los leones, o el gallo de mi
gallinero…

Nadie tiene derecho de legislar
en absoluto nada que limite la
libertad de la persona en la forma
de organizar su vida en pareja, de
elegir su pareja, de poner
límites a su fecundidad, o a
la duración de su contrato
matrimonial. La misión de
las sociedades superiores a la
célula de la familia es
asegurar a la familia un nivel de
bienestar, el disfrute de toda la
felicidad posible, el ejercicio de sus
funciones.

En este terreno, tanto los
estados como las instituciones
religiosas han ejercido unas
dictaduras inhumanas, y las siguen
ejerciendo.

La Navidad, fiesta de la familia
por antonomasia en casi todos los
calendarios del mundo, es la mejor
ocasión para que todos
esos estados e instituciones, la
ONU, las Iglesias y todos los
grupos religiosos, se pongan al
día en el tratamiento que
se debe dar a la institución
familiar. Bueno sería recurrir
aquí al principio de
subsidiariedad, que reza que lo
que pueda hacer por sí
misma una sociedad inferior no lo
debe asumir como función
propia y exclusiva una sociedad
superior.

Honorio Cadarso es periodista

Artículos: 395
1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...

durangon.com webguneak ez du uzten gorrotoa, mespretxua edo diskriminazioa sustatzen duten edukiak argitaratzen, jaiotza, arraza, sexu, erlijio, nazionalitate, iritzi edo bestelako inguruabar pertsonal edo sozialengatik.

Izen propioei erreferentzia egiten dieten eta ohorerako eta intimitaterako eskubidearen aurkako iruzkinak ezabatuko dira. Irain eta iruzkin guztiak ere zuzenean ezabatuko ditugu, baldin eta iraingarriak, kalumniatzaileak edo indarreko legeria hausten badute.

Gehiago irakurri


durangon.com no permite la publicación de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social.

Se eliminarán todos los comentarios que hagan referencia a nombres propios y atenten contra el derecho al honor y a la intimidad. También borraremos directamente todos los insultos y los comentarios que puedan resultar injuriosos, calumniadores o que infrinjan la legislación vigente.

Leer más

0 Comentarios

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Artículos Relacionados