“Bárcenas el abuelito”

Luis Bárcenas o ???Luis el Cabrón??? (Wikipedia) debería ser rebautizado como ???Luis el abuelito cabrón???, por cómo les soltaba los sobres, en ocasiones especiales, llenos de pasta a sus familiares y allegados. ¡Qué ilusión sentarse en sus rodillas y que tras un pellizco en la mejilla y un cachete cariñoso, te metiera un sobre blanco con tu nombre en el bolsillo!

Algunos debieron pensar que aquello era los más natural del mundo, que el abuelito estaba forrado y uno se merecía un sobresueldo por haber servido a la sociedad. Por haber hecho de España una potencia mundial en el ladrillo y en las infraestructuras inútiles. Debieron pensar que los anormales y pusilánimes nórdicos era unos auténticos papanatas que no sabían disfrutar de la vida; un insulto a la inteligencia humana como la suya, los señores chorizos que sacaron a España de la negra dictadura.

Y según vamos conociendo casos de corrupción y dopaje en España, muy pocos se atreven a arrojar de verdad (con mayúsculas) la primera piedra. No basta con poner la mano en el fuego por alguien, porque este país pronto se llenaría de mancos. La mayoría de las personas involucradas en política en este país duerme tranquila; pero también les consta, sobre todo en los grandes partidos, que pocos de los dirigentes de sus políticos y los gestores en muchas instituciones están libres de pecado.

No hace falta cruzar el Ebro para acordarnos de la miseria de la corrupción española. De hecho, ya hemos echado demasiada mierda en él, en el río, para destapar nuestras cloacas. Tecleen en Google las siguientes palabras como ejemplos de probados o supuestos casos de corrupción: ???Caso Margüello???, ???Caso de Miguel???, ???Caso Jaúregui???, ???Caso Bravo???, ???Caso del Museo Balenciaga?????? La lista se complementa con actitudes penosas como cualquier negociación entre partidos que se limita al cambio de puestos políticos al frente de cualquier institución, sin entrar a debatir en el modelo e institución que se desea. O casos como el cuñado de Patxi López, que consiguió pagarse un chalé en metálico con billetes de 500.

Y la mayoría de políticos duermen tranquilos; pero tristes, porque nunca han sido unos rateros que trabajaban por dinero, y nunca han trabajado por subirse a una limusina o volar en helicóptero; han trabajado por ver cómo las cosas de su alrededor cambiaban gracias a su esfuerzo.

Pero ese esfuerzo, ese tiempo solidario y romántico dedicado a cambiar el mundo lo están echando a perder un puñado de políticos ruines, que quizás no lo forman ni el 1% del número total; ése 1% que tienen es sus cajones sobres blancos con dinero.

Julen Orbegozo kazetaria da