Alcaldesa, ¿pero a qué precio?

El 15 de junio de 2019 Ima Garrastatxu cogió el bastón de mando y dio comienzo a 4 años de gobierno del cambio. Pasada la legislatura, de nuevo elecciones. Los resultados claros e históricos. EH Bildu creció y se convirtió en primera fuerza; PNV bajó, perdiendo la cabecera.

El escenario, en cambio, apretado. Y el PP, con la cesión de la candidatura de VOX, con un concejal, un ultra llegado de Bilbao.

Ante este panorama, el PNV tiene dos opciones: aceptar el segundo puesto dado por la ciudadanía y hacer autocrítica o coger de la mano a la ultraderecha y quitar al gobierno y la alcaldesa que tan bien valoraron las duranguesas y durangueses.

Sea cual sea la posición o ideas de cada una, sería una mala noticia que el PNV y Mireia Elkoroiribe optaran por la segunda alternativa. Por un lado, porque ellos mismos han admitido que apenas hay puntos en común en lo que a propuestas se refiere con la extrema derecha.

Y por el otro, ya que vemos con miedo y preocupación las políticas reaccionarias que está aplicando y quiere aplicar en el estado la alianza PP/VOX, ¿qué consecuencias tendrá dejar la llave de la gobernabilidad en manos de estos partidos? ¿Cómo afectará en áreas como la memoria histórica que los sucesores de los que bombardearon Durango sean la clave del gobierno? ¿Cómo repercutirá en los derechos de las mujeres o de colectivos como el LGTBIQ+ que tanto han costado conseguirlos?

“Ha vendido su alma al diablo” es una expresión utilizada cuando alguien, con un afán personal, está dispuesto a todo. En este caso, Mireia Elkoroiribe pretende dar a la extrema derecha la capacidad de decisión sobre nuestro pueblo para ser alcaldesa. Sería un error histórico y un gran paso atrás.

Artículo enviado a durangon.com por Aritz Bravo Zubillaga y Mariam Bilbatua Perez, exconcejales de EH Bildu.