Luis Bañeres regresa con su humor más “marciano”

Un extraterrestre originario de uno de los mundos más aburridos del universo viaja a Bilbao en ‘Flop!’, tercera novela del durangarra Luis Ángel Bañeres. A través de sus aventuras “gamberras y un poco picantes”, el alienígena aporta un punto de vista foráneo sobre las situaciones absurdas que genera nuestra sociedad y demuestra que existe ‘humor inteligente’ en otros planetas.

El capitán Pocoví representa a su lejano planeta, llamado Quinto Pino, en un campeonato de originalidad intergaláctico. Atraído por sus luces y ambiente, se traslada a la capital vizcaína con el propósito de vencer en el certamen y reproducir esas condiciones en su mundo natal “y especialmente, los pintxos”.

Autor de ‘Cuando el diablo está aburrido’ (2011) y ‘Bilbao 1942 ¡No hay huevos!’ (2014), Bañeres vuelve a recurrir al humor para “presentar una parodia de la sociedad, una caricatura de lo cotidiano que nos hace reflexionar sobre nuestra sociedad”. En su misión, Pocoví resulta ser “un auténtico imán para los problemas” y se enfrentará a todo tipo de situaciones absurdas y comprometidas.

Bilbobus como musa

La novela está estructurada en capítulos breves, “para no atragantar”, escritos con el toque sarcástico, “alegre, blanco y sin malicia” que caracteriza al autor. Bañeres es el único humorista de la Asociación de Escritores de Euskadi, pero sigue fiel a ese género en el que se embarcó “como terapia, en uno de los momentos más difíciles de mi vida”, declara.

Con ideas en mente de lo que podría ser su próximo trabajo, el durangarra está inmerso en la promoción de ‘Flop!’ y en el desarrollo del personaje fuera del libro. “Trabajar con un extraterrestre es muy cómodo, porque te permite llevarlo a dónde quieras. Ahora mismo, Pocoví está participando en la promoción de locales gastronómicos en la publicación ‘El txoko del sibarita’ y colaborando con museos y ONGs”.

Pero sin necesidad de mirar a las estrellas en busca de ideas, Bañeres reconoce que las mejores “surgen de la vida diaria. No hay mejor fuente de inspiración que viajar en Bilbobus o pasarse por la sala de espera de un hospital. De sus conversaciones, gestos o vestimenta salen los personajes más interesantes”, asegura.