Las goteras vuelven a inundar de cubos la estación de tren de Durango

Una persona usuaria de la estación de tren de Durango ha criticado una estampa ya habitual en el andén desde su inauguración: la presencia de múltiples goteras cada vez que llueve. La situación obliga a desplegar cubos y carteles de advertencia para evitar accidentes entre los viajeros.

La imagen se repite con frecuencia en cuanto llegan las precipitaciones: cubos y carteles amarillos distribuidos por el andén para recoger y señalizar el agua que se filtra del techo de la estación de Durango. Pese a tratarse de una infraestructura relativamente reciente, inaugurada en diciembre de 2012, las filtraciones siguen siendo una constante que genera malestar entre las personas que utilizan el tren a diario.

Un problema sin resolver

La estación, diseñada como una infraestructura moderna y funcional por la arquitecta iraní Zaha Hadid, acumula desde el inicio críticas por el mismo motivo. Las goteras, además de causar incomodidad, suponen un riesgo de resbalones en las zonas de tránsito más concurridas.

Hasta la fecha, no se han anunciado actuaciones específicas para resolver de manera definitiva las filtraciones, por lo que las personas usuarias temen que esta situación continúe siendo parte de la rutina cada temporada de lluvias.