Las familias de Txintxirri Ikastola denuncian que Educación quiere trasladar a un alumno a otro colegio

Las familias de Txintxirri Ikastola han protagonizado una comparecencia pública frente al edificio del centro educativo para expresar su “malestar” y “profunda preocupación” ante la decisión del Departamento de Educación de trasladar a un alumno a otra escuela de Elorrio por criterios de vulnerabilidad. Durante el acto, que tuvo lugar el jueves, defendieron que el menor ha cursado todo el año en la ikastola, y que la medida interrumpe injustificadamente su proceso educativo.

Desde hace tres años, el Gobierno Vasco aplica nuevos criterios de matriculación para equilibrar el número de alumnos “vulnerables” entre los centros. Según denunciaron ayer, en cursos anteriores la ikastola ha estado dentro del promedio local, lo que ha permitido mantener en el centro a todas las familias, vulnerables o no.

Este curso, sin embargo, Educación ha determinado que uno de los niños debe ser escolarizado en otro centro. “No nos parece justo lo que está haciendo Educación, ni le vemos ningún sentido”, afirmaron en la comparecencia.

En el comunicado leído ante decenas de personas, las familias esgrimieron seis argumentos principales: la falta de transparencia en la medición, la arbitrariedad del proceso, la estigmatización de ciertos perfiles y la idea de que un menor vulnerable queda “marcado de por vida”. Denunciaron que todo se basa en una encuesta con preguntas sin fundamento verificable, cuyas respuestas “nadie comprueba”.

Mesa de Educación Local

A su juicio, no existen diferencias significativas entre los colegios de Elorrio como para justificar estas medidas. “Un año un centro supera la media y al siguiente es otro, pero los datos globales están muy igualados”, explicaron. También subrayaron el impacto emocional sobre el menor afectado, que “ha pasado todo el curso en la ikastola, ha comenzado a hablar, a caminar, a relacionarse allí… y ahora quieren llevarle a un centro extraño para él”.

Al finalizar el acto, la comunidad educativa de Txintxirri demandó que se anule el traslado, que se respete la elección de centro, que se reconozcan los derechos del resto de familias, que se cancelen las reubicaciones previstas y que se cree una Mesa de Educación Local con representación institucional y de todos los centros escolares de Elorrio.