“Hay que animar a los chavales para que no tengan miedo a la carretera”, dice Angel Ugarte

 La Sociedad Ciclista de Amorebieta ha vuelto a superar con nota la organización de la 56º edición de la Klasika Primavera que se celebró ayer y que registró el triunfo del corredor del Euskaltel-Euskadi Samuel Sánchez. Ángel Ugarte, portavoz del club, relata a ‘durangon.com’ todo el esfuerzo que requiere sacar adelante una prueba ciclista de este nivel. ???Trabajamos los 365 días del año en el cuidado de todos los detalles de la Klasika???, asegura el responsable eubatarra. Tras reconocer que la prueba “es muy querida”, Ugarte no tiene dudas de que su futuro está asegurado.

– ¿Cuánto esfuerzo supone organizar una carrera de este nivel?
– Mucho esfuerzo y trabajo, la verdad. Prácticamente se trabaja durante los 365 días del año porque desde el primer momento hay que ir cuidando todos los detalles.

– ¿Qué ventajas y desventajas tiene que la Klasika se celebre inmediatamente después de la Vuelta al País Vasco?
– La Klasika siempre ha sido después de la Vuelta al País Vasco. La ventaja es que muchos de los corredores que participan en ella se quedan para disputar la Klasika, ya que puede servir como prueba para posteriores carreras. Si tuviese que destacar alguna desventaja es que, actualmente, la Vuelta se acaba el sábado y la Klasika es el domingo, y los corredores no tienen tiempo para descansar. Antes había un día de descanso entre las dos pruebas.

– A lo largo de su historia, ¿la Klasika ha favorecido a ciclistas escaladores o a corredores más completos?
– En general, a los ciclistas más completos. Pero el ciclismo está cambiando y ya no existe tanta diferencia como había antes entre los corredores escaladores y los completos. Hoy por hoy, todos hacen de todo.

– ¿Haría falta algo más para que, con los corredores de renombre internacional que participan, la Klasika tenga la misma repercusión que otras pruebas?
– No. Estamos muy contentos con el nombre que tiene la Klasika. Creo que es una prueba muy alegre y vistosa y, como resultado, ahí está toda la gente que participa y los ciclistas que acuden a la cita.

– Y, ¿cómo suele ser la respuesta de la gente?
– Muy buena. La Klasika siempre ha sido muy querida y la verdad es que en esta zona de Bizkaia hay mucha afición al ciclismo. De hecho, mucha gente se desplaza hasta Amorebieta ese día para ver la prueba.

– Teniendo en cuenta las circunstancias que afectan a la organización de otras pruebas, como la Bizkaiko Bira, por ejemplo, ¿está asegurado el futuro de la Klasika Primavera?
– En principio, sí. Nosotros nunca nos arriesgamos y trabajamos acorde con lo que tenemos. A día de hoy, creo que contamos con unos sponsors sólidos que permiten que la Klasika se celebre cada año.

– Una prueba así seguro que demanda mucha colaboración. ¿Con cuántos voluntarios soléis contar?
– Alrededor de unos cien voluntarios que trabajan desinteresadamente en la organización. Son uno de los pilares de la prueba y somos muy afortunados de poder contar con ellos.

– ¿Qué percepción tenéis de la situación que vive el ciclismo vasco y el estatal en estos momentos?
– El ciclismo es un deporte complejo y creo que existe un problema, que es la estructura de base. Hay que animar a los chavales desde muy temprana edad para que no tengan miedo de salir a la carretera, ya que, en mi opinión, los entrenadores y las escuelas protegen muy bien a los jóvenes ciclistas.

– Y, para acabar, ¿recuerdas alguna anécdota de la Klasika?
– Las anécdotas en la organización de una prueba de este nivel están a la orden del día. Este año, por ejemplo, hemos contratado un un camión pódium y, al preguntarle al conductor si sabía llegar a Amorebieta, nos contestó que él fue ciclista y que ya había corrido en la localidad. ¡Qué casualidad!