El jurado de ‘MasterChef’ Pepe Rodríguez preside un concurso de pintxos en la residencia Igurco Orue

El chef Pepe Rodríguez, conocido por su papel como jurado en ‘MasterChef’, visitó el pasado viernes la residencia IMQ Igurco Orue de Amorebieta-Etxano, donde ejerció como presidente del jurado en un singular concurso de pintxos. La actividad, de carácter intergeneracional, reunió a personas mayores residentes, familiares y alumnado de Lauaxeta Ikastola, con el objetivo de compartir experiencias y conocimientos a través de la cocina.

El concurso consistió en la elaboración de un pintxo cuya receta fue desvelada por sorpresa al comienzo de la actividad. Los equipos, compuestos por personas mayores, jóvenes y familiares, trabajaron con productos de proximidad, muchos de ellos procedentes de caseríos cercanos a la residencia, lo que añadió un componente identitario y de sostenibilidad al evento.

Organizado por IMQ Igurco en colaboración con Sodexo –empresa encargada del servicio de restauración en la residencia y cuyo chef ejecutivo es el propio Rodríguez–, el evento contó también con la presencia de la alcaldesa, Ainhoa Salterain, y la concejala de Acción Social, Sonia Cabeza.

“Queríamos añadir emoción a este encuentro, y qué mejor manera que haciéndoles poner todo su conocimiento e ingenio en preparar algo inesperado”, explicó Rakel Llamosas, directora de IMQ Igurco. “Además, contábamos con la ventaja de que Orue, al estar enclavada en un paraje en el que el sector primario está muy presente, nos daba la oportunidad de disponer de materia prima de excelente calidad”.

Txapela conmemorativa

Durante la actividad, Rodríguez pudo observar de cerca el trabajo de los diferentes equipos, a quienes ofreció consejos culinarios mientras se desarrollaba la prueba. A las 13.00 horas, los participantes presentaron sus creaciones al jurado, que valoró el sabor, la presentación, el trabajo en equipo y la originalidad del nombre del pintxo.

Se entregaron premios en cuatro categorías –mejor sabor, mejor presentación, nombre más original y mejor trabajo en equipo–, aunque todos los participantes recibieron un obsequio como reconocimiento a su esfuerzo. El acto finalizó con una comida de hermandad entre los asistentes y un homenaje al chef invitado, quien recibió una txapela bordada como recuerdo de la jornada.