El Ayuntamiento dedica una exposición y un libro a la figura de Juan Ramón Iturriza

El Ayuntamiento de Berriz, con la colaboración de Gerediaga Elkartea, celebrará este sábado un homenaje a Juan Ramón Iturriza con motivo del bicentenario de su muerte. Este vecino de la localidad, al que se dedicará un libro y una exposición, está considerado como uno de los historiadores más significativos de la Bizkaia del siglo XVIII.

El acto será “sencillo pero lleno de sentimiento”, ha adelantado esta mañana el alcalde de Berriz, Roland Isoird, “en un intento de reconocer todo lo que le debe Bizkaia, pues gracias a él se conocen muchos archivos, documentos y detalles de la historia del territorio”.

La jornada de homenaje dará comienzo al mediodía en el Ayuntamiento, en cuyos jardines se plantará un retoño del árbol de Gernika en honor al historiador berriztarra. Veinte minutos más tarde, se inaugurará una exposición sobre su vida y trabajos en la sala de entrada del Consistorio.

A partir de las 12.30 horas, precedido por Aingeru Zabala, responsable del archivo de la Diputación de Bizkaia, se presentará un libro de 36 páginas sobre Iturriza con detalles de su vida y los escritos que llevó a cabo sobre Berriz, a cargo del miembro de Gerediaga Jon Irazabal.

Rara avis

“Se desconoce mucho sobre la vida de esta rara avis”, ha explicado Irazabal, “que fue amanuense en Aulesti, panadero en México, peregrino, viajero y gran investigador”. En 1777 comenzó a organizar archivos municipales y eclesiásticos y “papeleras” (archivos de índole privada), tarea a través de la cual surgió su interés en conocer la historia de Bizkaia.

Fue recopilando noticias curiosas y dibujos sobre arquitectura o etnografía, con los que realizó una obra de 12 volúmenes conocida como ‘Antigüedades de Vizcaya’, de los que se conocen 6 de ellos. De esta obra hizo 28 copias a mano, que iba revisando y corrigiendo según recopilaba nuevos datos e informaciones.

Iturriza fue un “curioso personaje”, ha añadido Irazabal, “con unas profundas creencias religiosas. De hecho, intentó varias veces sin éxito ingresar en un convento”. Como muestra de ello, el historiador de Gerediaga recordó las referencias de Iturriza a los bailes que ejecutaban las chicas en las fiestas de Santa María y Santa Ana de Durango, a las que calificaba de “bobas, por las inmoralidades que toleraban a la hora de bailar la ‘soka dantza’ donde recibían culadas y otras acciones deshonestas por parte de los danzantes masculinos”.

DURANGON. Noticias de Berriz