“Cuando se planteó crear un equipo inclusivo nadie tuvo dudas”

El próximo sábado 27 de diciembre, a las 11.00 horas, el campo de rugby de Arripausueta acogerá el primer partido oficial del equipo inclusivo de Durango Rugby Taldea. La iniciativa, puesta en marcha hace más de un año, busca abrir este deporte a personas con diversidad funcional, mediante una propuesta deportiva integradora que ha ido creciendo gracias al compromiso de exjugadores del club y al respaldo de distintos agentes sociales.

El proyecto echó a andar cuando José Antonio Martínez, ‘Marti’, propuso trasladar a Durango su experiencia previa en el Getxo Rugby inclusivo. La idea fue acogida sin reservas por varios antiguos jugadores y jugadoras del DRT, y a partir de ese momento comenzó un trabajo conjunto que ha dado como resultado la formación de un equipo estable, con entrenamientos semanales e identidad propia. “Cuando se planteó el proyecto nadie tuvo dudas y la maquinaria se puso en marcha”, recuerda Jon Elguezabal, coordinador del equipo junto a Martínez.

Durante todo este tiempo, el grupo se ha estado entrenando cada viernes a las 19.00 horas en el campo de Arripausueta, en sesiones abiertas y adaptadas a las necesidades de sus participantes. El equipo está compuesto por hombres y mujeres con diversidad funcional, acompañados por un grupo de dinamizadores que les apoya dentro y fuera del campo. Este equipo de acompañamiento está formado mayoritariamente por exjugadores del club, algunos con una larga trayectoria en el DRT, que ahora aportan su experiencia y conocimiento al servicio de una propuesta de deporte accesible y compartido.

“El objetivo del DRT inclusivo es permitir que cualquier persona con discapacidad pueda practicar deporte empleando el rugby como instrumento”, explica Elguezabal. “Todos los estudios disponibles apuntan a que esta actividad, por su filosofía tan particular, reporta beneficios tanto en el plano físico como mental”.

Un reto colectivo

Desde el club destacan que la puesta en marcha del equipo inclusivo ha supuesto un aprendizaje colectivo, tanto en lo deportivo como en lo humano. “Ha sido una asignatura pendiente, pero desde que se presentó la idea, todas las personas del DRT, especialmente la directiva y el grupo de dinamizadores, se volcaron para hacerlo posible. Personalmente ha sido un reto que sólo me ha aportado buenas cosas; hemos aprendido mucho y disfrutamos tanto o más incluso que en nuestra época en activo”, afirma el coordinador.

El proyecto ha despertado el interés de diferentes colectivos que ven en el rugby una herramienta con un alto valor integrador. En este tiempo, el club ha establecido contactos con asociaciones como GeuBe, Gorabide o Lantegi Batuak, así como con centros escolares y agentes sociales, aunque Elguezabal insiste en que el camino no termina aquí. “El deporte inclusivo suscita mucho interés en la sociedad y afortunadamente, tras un trabajo previo importante y siempre voluntario, estamos logrando apoyo de las entidades tanto públicas como privadas, aunque nunca es del todo suficiente”, señala.

Colaboración

De cara a consolidar el proyecto a medio y largo plazo, hacen un llamamiento claro a la colaboración. “El apoyo no tiene por qué ceñirse únicamente a la aportación económica. Pueden, por ejemplo, ceder instalaciones, ofrecer servicios de transporte, material deportivo, servicios de fisioterapia, preparación física o incluso formación en primeros auxilios”, explica Elguezabal. En este sentido, animan a personas, asociaciones y administraciones a sumarse a una iniciativa que ya es una realidad, pero que necesita estabilidad.

El partido del próximo día 27, de asistencia gratuita, será la culminación de meses de trabajo colectivo. El club confía en una buena respuesta por parte de la afición local. “Esperamos apoyo total por parte del público y nos gustaría también reivindicar, a través del rugby, que el deporte es un derecho universal para todas las personas y que, como sociedad, nos toca abrir los ojos y tomar acciones”, concluye Elguezabal.