Atxondo confía en alcanzar en breve una solución para las viviendas de Barraski

Las doce viviendas de uno de los dos edificios en construcción en la zona de Barraski, en Atxondo, pueden tener una solución a corto plazo. Después de que la empresa promotora paralizara las obras hace más de tres años, cuando quedaba menos de un 5% para su conclusión, los trabajos podrían retomarse y adjudicarse definitivamente las viviendas.

Esa es la intención de la corporación y de la empresa promotora, según hizo saber la alcaldesa Rosa María Elizburu en respuesta a una pregunta formulada por el edil del PNV Enrique Garate. Durante la actual legislatura han tenido lugar más de una veintena de reuniones entre los responsables municipales y la empresa promotora Norvisa, con la finalidad de dar una solución definitiva a la situación.

Elizburu reconoció que “llevamos intentando dar una solución a ese problema desde que accedimos al Ayuntamiento” y recordó que la empresa adeuda todavía a la administración local “unos 300.000 euros que, en definitiva, son los que nos desequilibran el presupuesto municipal”. En 2012 Norvisa abonó a las arcas municipales 120.000 euros, una parte de la deuda contraída por la realización de los trabajos de urbanización que había ejecutado el Ayuntamiento.
La promotora pretende “finalizar las obras y proceder a la venta de las viviendas” indicó Elizburu, para así poder finiquitar la deuda que mantiene con el Ayuntamiento. Posteriormente abordaría la ejecución del segundo bloque de viviendas, cuya construcción está menos avanzada.

Sin embargo, existen varios problemas para que la promotora pueda acometer su plan. Por un lado, las viviendas están en manos del ‘banco malo’ que, al parecer, ha llegado a un acuerdo con Norvisa para finalizar las obras y, por otro lado, varias de las personas que habían adelantado dinero para adquirir alguno de los pisos han entablado acciones judiciales contra la promotora.

Por si fuera poco, parte del bloque está ocupado desde hace un par de años. Aunque Elizburu apuntó que esa no es una cuestión de responsabilidad municipal “porque no podemos decidir nada”, reconoció que la promotora de las obras necesita que las casas queden libres para poder acometer los trabajos pendientes.

La conclusión de las obras y la entrega de los pisos es un tema pendiente que está generando “muchos dolores de cabeza” porque según Elizburu “está afectando a todo el pueblo”. Añadió que, a pesar de ello, “para acometer las obras de urbanización que quedan pendientes y concederles el permiso de habitabilidad, es necesario que abonen los 300.000 euros que nos deben”.