“Un alumno de 3 de ESO puede calcular un viaje real a Marte”

Durango cuenta con una de las pocas aulas de astronomía que existen en el Estado. Abierta gracias al empeño del ya jubilado profesor durangués Joaquín Rueda, ahora la dinamiza el matemático y astrónomo Esteban Esteban con financiación del Ayuntamiento y el Departamento de Educación del Gobierno Vasco.

Este divulgador ha hablado en programas de ETB sobre la influencia de la luna en el tiempo. También ha presentado ante las cámaras sus relojes de sol. Se trata de uno de los atractivos de este equipamiento, junto con el observatorio, de cuya gestión se responsabiliza también la asociación astronómica local Izarra.

-No sé si desde la astronomía se puede decir algo sobre este tiempo tan malo que estamos teniendo.
-Je, je, yo siempre digo para salvar un poco la situación que entendemos de las nubes para arriba. Como hay gente que relaciona la luna con la climatología me preguntaron por esa cuestión. Dije que no tenía nada que ver, pero habría que matizar muchas cosas. La inmensa mayoría de los astrónomos somos ecologistas porque el motivo de estudio son los planetas y vemos que nuestra propia Tierra se está yendo al carajo. Está claro que este mal tiempo es uno de los efectos del cambio climático.

-¿Está claro?
-Para mí, sí. En los últimos años se están dando todos los récords de temperaturas, de agua… Si fueran hechos aislados sería normal, pero si todo esto se acumula en unos años está claro que es porque el clima está cambiando por el efecto invernadero y el calentamiento global. Aunque parece una paradoja porque podríamos pensar que calentamiento significa una primavera más caliente. Y lo que ocurre es que todo el planeta se va calentando y eso repercute en que el clima cambie.

-¿Habría alguna solución?
-La solución sería producir menos CO2. O conseguir la fusión nuclear. Hace años se hablaba de que había pruebas de laboratorio que confirmaban que se había logrado, pero parece que no es cierto. Sería una energía limpia e inagotable, del mismo tipo que la del sol. Dicen que se conseguirá, pero no sabemos cuándo. Lo mismo que ir a Marte.

Viaje a Marte

-¿Ya se ha llegado, no?
-Sí una sonda, pero no un viaje tripulado.

-Parece que ya se han apuntado voluntarios a la expedición.
-Sí hay un montón, pero yo estoy convencido de que lo serán hasta que les digan: ‘Venga, mañana salimos’. Ya verás cómo se rajan. Pienso que es inviable. Se podría vivir en Marte si hubiera unas instalaciones preparadas y habiéndolo hecho poco a poco, pero ir ahora sobre cero a vivir allí… No podrían sobrevivir, seguramente. Pienso que todo esto es una cuestión de propaganda. Pero no deja de ser curioso tanto voluntario para ir y no volver, je, je.

-¿Cómo va la actividad en el aula?
-Se nota que hay colegios que no pueden hacer el mismo número de excursiones porque han reducido presupuesto. A pesar de ello, cada año aumenta el número de visitantes. Este año hemos subido un 14%. Alrededor de 3.000 personas han pasado por el aula y 1.000 más han participado en actividades fuera: visitas mías a colegios, observaciones y charlas.

-¿Qué se aprende aquí?
-Todo lo relacionado con la Tierra, los relojes de sol, la luna, con sus fases y eclipses… Luego el sistema solar, las estrellas, constelaciones y el tema de observación: telescopios y demás. Dentro de cada tema hay muchas actividades diferentes dependiendo del tiempo que haga y de la edad de los visitantes, que va de escolares a jubilados.

-¿Qué es lo que más gusta?
-Gusta mucho el planetario. Es una proyección a oscuras con música. También la explicación de los eclipses: se ven sus fases con un aparato que se llama telurio. Y los días que hace sol sorprende cuando sacamos los relojes solares.

Relojes de sol

-Los relojes de sol parecen tener mucha importancia en este aula. También han sido protagonistas en la televisión.
-Sí, sobre todo porque, además de los relojes clásicos que se pueden encontrar en las iglesias antiguas, hemos diseñado algunos que son totalmente novedosos. Y, aparte de los que se pueden ver aquí, tenemos un montón en maquetas. Aquí enseñamos cuatro o cinco modelos totalmente rompedores, premiados en varios concursos internacionales. Por ejemplo, un reloj de sol con agujas que cuando le da el sol se coloca solo en hora. Va por pilas.

-¿Funciona con pilas y es de sol?
-Tiene los fundamentos de los relojes de sol. Funciona por la posición del sol, no porque haga sol. Hay que dirigirlo exactamente al Sur y ponerlo inclinado con la latitud de Durango, que son 43º. Tiene todas las características de los relojes de sol, excepto el aspecto. Hace un tiempo, para asegurarme, hice una consulta a asociaciones de nomonistas, de gente que se dedica a esto, y todos me dijeron que era un reloj de sol.

-¿Por qué ese interés en estos dispositivos?
-Está relacionado con las matemáticas. Yo soy matemático. Para mí, el hecho de tener un reto de intentar hacer algo nuevo y que funcione, y además relacionado con la naturaleza, con el sol, supone como una especie de magia. Aunque tengo que reconocer que sin las matemáticas, sin fórmulas, no habría podido hacer prácticamente ninguno.

-¿Los relojes están hechos con fórmulas?
-Sí, para calcular los ángulos tengo que utilizar la trigonometría, para calcular los dientes de los engranajes tengo que utilizar fórmulas y luego buscar un engranaje con ese número de dientes. Esto lo hacía con mis alumnos en clase cuando era profesor.

-¿Y funciona bien?
-A veces sale a la primera, pero otras veces hay algún detalle que se te escapa y te confundes. Es bonito darte cuenta y hacerlo luego bien.

Para qué sirven las matemáticas

-Para que luego pregunten que para qué sirven tantas matemáticas.
-Sirven para mucho. Yo siempre pongo este ejemplo: el tema del aceite de colza (el envenenamiento masivo de 1981 por el presunto consumo de este producto) se supo haciendo estadística, encuestas alimentarias. Las matemáticas averiguaron por qué se estaba muriendo la gente y salvaron muchas vidas.

-¿Y en astronomía, cuál es su mayor utilidad?
-Sirven para el cálculo de posiciones de planetas, de órbitas… O de naves espaciales que queramos enviar al espacio. Ahora estoy trabajando en una actividad muy bonita, que es calcular todos los parámetros del viaje a Marte. Calcular que día tenemos que salir, cuánto dura el viaje…

-¿Un viaje hipotético a Marte?
-¡No, no, real! El día de hoy no se puede lanzar una nave. Hay que esperar hasta enero. Porque la nave no encontraría Marte. El viaje dura un poquito menos de nueve meses. El camino no es el más corto porque el cohete no podría cargar con tanto combustible, pero en ese camino más largo el combustible es la atracción gravitatoria, sale gratis. Yo suelo decir en broma que el viaje lo paga Newton. ¿Y cuánto tiempo voy a estar allí? Bueno, si no vas a volver, el que quieras, pero si quieres regresar no te puedes volver en dos meses.

-Hay que buscar el momento propicio.
-Sí. Y qué velocidad tienes que darle. Estoy preparando esta actividad para los profesores de 3º y 4º de ESO. Los chavales de esos cursos pueden calcularlo todo: qué velocidad le tengo que dar al cohete, qué día tengo que lanzarlo, cuánto va tardar en llegar y cuánto tengo que esperar para volver.

-Es una idea muy bonita.
-Sí, les puede motivar porque pensamos que hacer algo así puede ser muy difícil y resulta que un niño de esa edad puede hacerlo.

El asteroide ‘Apofis’

-¿Qué es lo que más sorprende a los visitantes?
-El reloj de sol digital, que da la hora con números en forma de sombra proyectada en el suelo o en un cartón. Sorprende tanto a profesores como a alumnos. El truco está en colocarlo bien orientado para que el sol pase sólo por un número. Para eso tiene unas rejillas cuya separación se calcula por trigonometría también. Otra cosa que también les sorprende es cuando les dices que el asteroide ‘Apofis’ chocará con la Tierra el 13 de abril, pero no sabemos de qué año. Pasarán cientos o miles de años, pero será el 13 de abril.

Esteban señala a una piedra con forma de patata colgada de una cuerda y pintada de blanco, que representa al asteroide, y prosigue con su explicación.

-Cuando te preguntan si se puede hacer algo para evitar el choque les dices que sí: pintarlo de blanco. Así se podría hacer que cambiara su trayectoria.

-Pero ¿eso es posible?
-Sí, no costaría nada. Porque tiene 300 metros, se acerca muchas veces a la Tierra y una de las veces que lo haga se puede coger una nave espacial y con un robot o astronautas lanzar una bomba de pintura. Cosas más difíciles se han hecho. Cuando se lo dices, piensan que les estás tomando el pelo.

-¿Y a ti que te llama la atención de los grupos?
-Ocurre muchas veces que hay niños que te hacen preguntas con mucho fondo, muy interesantes. Se ve que están muy metidos en el tema, más de lo que correspondería a su edad. De todos modos, el espacio siempre produce mucha curiosidad. Es una de las ventajas que tengo.

-¿Por qué es importante que el alumnado conozca estos temas?
-Porque les proporciona recursos y motivación para lo que estudian en la ikastola. Luego también porque se pueden crear (lo que se suele decir en plan rimbombante) vocaciones científicas que necesitamos y yo creo que surgen. Siempre con elementos atractivos como hay aquí. Ves que a algunos les gusta y te preguntan y te piden direcciones de páginas web. Eso es importante. Aparte de que hay conceptos, como los eclipses, que en un libro y en una pizarra no se entienden. Los centros no disponen de recursos adecuados para comprender algunos conceptos de astronomía.

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