Rompieron el molde

Cuando lo hicieron y eso es algo por lo que el resto de los mortales estaremos agradecidos de por vida, porque aunque a base de repetirse no es fácil que nos sorprenda, es capaz aún de hacerlo como cuando manifiesta que: “Derogaremos todas las leyes que aprobadas gracias a unas minorías perjudican a una mayoría”. Núñez Feijoó dixit.

No me alcanza la imaginación como para pensar que haría este hombre de no recurrir a las muletillas porque siendo como es un indigente intelectual gracias al uso de ellas es cómo puede comunicarse. El problema para él es que habiendo muletillas que encajan perfectamente en unas determinadas circunstancias este hombre es que ni tan siquiera da con esa tecla, porque veamos qué leyes quiere derogar que han sido aprobadas por el Gobierno con el apoyo de esas denostadas minorías:

–  Reforma laboral.

– Varias subidas del Salario Mínimo Interprofesional.

– La subida de las pensiones en función del IPC.

– Topar el precio del gas.

– Los impuestos especiales a las entidades financieras y energéticas por sus elevados resultados  atípicos.

– La Ley de Memoria Democrática.

– Topar los precios de los alquileres de viviendas.

– La Ley Trans.

– La Ley del “solo si es sí”

– El pacto de Estado contra la violencia.

– La consecución de una mayoría progresista en el Tribunal  Constitucional.

Esas fueron, entre otras, las leyes que dimanaron del gobierno de coalición progresista que pretende derogar según sus manifestaciones, lo que viene a demostrar que este hombre con su simpleza pertenece a ese tipo de personas que no se quedan con lo que alguien dice–sea bueno o malo–, sino que se queda con el quién lo dice, de tal suerte que por ejemplo todo lo que es su día dijo Galileo no valdrá un ochavo si Galileo no es de su cuerda.

Y ese tipo de personas, elementales hasta decir basta, cuya simpleza es mayor que el mecanismo de un botijo, es el que las fuerzas de la derecha más cutre nos quieren colocar como presidente de un país de 48 millones de habitantes, persona que para más inri no tiene sentido de la medida ya que es capaz de decir sin inmutarse que “no sabe ingĺés pero no pasa nada, hay traductores”, memez que es similar al que si no supiera sumar dijera “No pasa nada. Para eso están las calculadoras”.

Rafael Hidalgo