160 años de rogativa

Antiguamente, las rogativas se celebraban para pedir buenas cosechas y la protección de los santos para evitar plagas y epidemias. La tradición de portar a hombros una imagen de San Roque hasta el Santuario de Urkiola comenzó en Abadiño en 1855.

Los abadiñarras emprenderán mañana la subida desde la ermita de Andra Mari con dirección a la antigua calzada romana para, después, afrontar las empinadas curvas del puerto de Urkiola. Así lo han hecho el último sábado de agosto durante los últimos 160 años.

La procesión llegará al Santuario para la misa de las 11.30 horas y después actuarán dantzaris y txistularis. Con el paso de los años, la rogativa se ha transformado en un homenaje a los jubilados de la localidad. Es por ello que el Ayuntamiento fleta autobuses para transportar a los vecinos que quieran participar en el acto.

Tras una comida popular, en la que los jubilados suelen recibir un detalle por parte de los responsables municipales, los porteadores iniciarán la bajada. Tras devolver la imagen de San Roque a su ubicación habitual habrá una merienda y una romería en los alrededores de la ermita del Angel de la Guarda.

La de Abadiño cierra por este año el ciclo de rogativas que suele comenzar en junio y que traslada a vecinos y vecinas de diferentes municipios hasta las campas del Santuario de Urkiola.

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