“Quiero que la Policía Municipal esté en la calle y sea cercana”

No es fácil ver a una mujer al frente de la Policía Local de un municipio como Durango. Amaia Frontaura lo es desde el pasado 1 de agosto tras haber pertenecido a la plantilla de la Guardia Urbana de Bilbao durante 17 años y haber estado los tres últimos como jefa y subjefa de la de Arrasate.

En su presentación, esta durangarra de 41 años ha marcado con claridad su hoja de ruta: “No quiero que en Durango haya la sensación de que no hay agentes en la calle. Quiero una Policía Municipal que esté en la calle y sea cercana para que, entre todos, tengamos un pueblo tranquilo”.

Tanto es así que tampoco debería extrañar verle patrullando de cuando en cuando. “Siempre me ha gustado ver la realidad de cerca, en primera persona”, ha insistido.

El teniente de alcalde, Iker Urkiza, ha explicado que se trata de “un puesto clave dentro del organigrama municipal”, de ahí que hayan optado por realizar una presentación pública. También ha querido aclarar que la convocatoria para la provisión de un puesto de Oficial de la Policía Local de libre designación fue aprobada por el anterior Equipo de Gobierno en abril.

De las cuatro personas que optaron a este concurso de méritos, solo dos cumplían los requisitos. Un informe técnico “basado en criterios objetivos” determinó posteriormente el nombramiento.

“Perfil social”

Urkiza ha añadido que Frontaura “es una persona muy comprometida con el tejido asociativo de Durango” y que ese “perfil social” favorece la filosofía de Policía Municipal “abierta y empática” que defienden. El teniente de alcalde también ha valorado “de forma muy positiva” que sea una mujer la que ocupe un cargo de esa relevancia en un colectivo fuertemente masculinizado.

La Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de 2018 del Ayuntamiento de Durango incluía una plantilla de 40 agentes para la Policía Municipal. De éstos, solo “cinco o seis” son mujeres, en palabras de Frontaura, quien optó por este camino laboral cuando estudiaba IVEF.

Pese a atesorar dos décadas de experiencia, la nueva responsable de la Guardia Urbana ha reconocido que el camino no ha sido fácil. De ahí que le haya dolido especialmente que, al publicarse la noticia de su nombramiento, haya quien ha hablado de “puesto de confianza” y no de “libre designación”.

“No es un nombramiento que se ha realizado a dedo, sino que ha habido un concurso de méritos entre funcionarios de carrera. Y el puesto se ha cubierto con la persona que recomendaba el informe técnico”, ha zanjado Urkiza.